Desplegando un show que cautivó a su fanaticada, el astro salsero ofreció una presentación con múltiples episodios. La excelente banda de soporte se vio disminuida por algunos ripios de sonido que también hicieron merma en la afinación del cantante. Factores que impidieron desarrollar un espectáculo acorde al ritmo escénico, instrumental y televisivo característico del evento, pero que si de adrenalina se trata, cumplió haciendo bailar a todos.
La apertura con Valió la pena y Hubo alguien, marcarían la tónica de una noche iluminada por altibajos que no fueron ni tendrán relevancia entre el público que agotó la histórica galería de la Quinta. El mismo que lo premió con Gaviota de Plata y Oro, sin escuchar mayormente las sensaciones del ícono latino. Aquel que demostró la vigencia de su profesionalismo, olvidando la candela inyectada a una trayectoria ausente de reparos. Sólo hacia el final, logró la interacción con ese ritmo que endemonia las caderas femeninas.