El mexicano retornó a la Quinta, luego de tres años de ausencia y lo hizo con el corazón en la mano.
Con un traje completamente blanco, acompañado de una chaqueta con brillos que en la espalda tenía escrito "MAS", haciéndole alusión a su nombre, y su característico pelo largo y suelto, Marco Antonio Solís ingresó anoche al escenario de la Quinta Vergara interpretando "Invéntame", acompañado de su orquesta.
Su sexta vez aquí, retorno que hizo después de tres años de ausencia. Apenas esbozó las primeras melodías de inmediato el ambiente se llenó se romanticismo y el público se rindió.
Luego de su primera canción, el mexicano se dio el tiempo para dedicarle a los asistentes algunas palabras motivacionales, que dejaron a más de alguno bastante inspirado.
El show recorrió sus mejores éxitos, desde los más cebolleros hasta los infaltables temas movidos, que eran acompañados por un cuerpo de baile.
El hecho curioso se vivió en medio de la platea, donde se observó a su doble, que de punta en blanco coreaba cada una de las canciones de su mentor.
Los regalos para el baladista no se dejaron esperar, desde un ramo de rosas rojas hasta un osito de peluche, recibió el ex Buki en medio de su presentación en Viña.
El artista además se ganó las gaviotas de plata y oro y un reconocimiento especial: la llave de la Ciudad Jardín.