La periodista sufrió un acretismo placentario, que puso en riesgo su vida y la llegada de su tercer hijo. "Fue heavy. Tenía mucho susto", dijo.
Cuando Mariela Sotomayor se enteró que estaba embarazada, la felicidad invadió su corazón más que el de Lucho Jara cada vez que se mira al espejo. Y claro, su alegría era tal que, a través de redes sociales, compartió momentos especiales la "dulce espera", incluso la llegada de Íker, quien nació ayer en medio de una complicada cirugía.
Según contó la periodista, su tercer parto venía con complicaciones. Esto debido a un acretismo placentario, es decir, cuando la placenta crece con demasiada profundidad dentro de la pared uterina. Esto provoca que la cirugía sea de alta complejidad.
"Hace un mes, aproximadamente, el doctor me explicó que por ser esta mi tercera cesárea había ocurrido esto. Además, me pasó que la placenta se pegó a la vejiga. Entonces, tuvieron que hacerme una incisión de 7 cm, para poder despegarla de ahí. Fue una cirugía súper larga, participaron varios profesionales", comentó Mari a La Cuarta.
Susto
- Es complicada la situación… Sí, es un procedimiento súper complejo que puede salir bien o mal. De hecho, no en todos los lugares de Chile lo hace.
- ¿Qué sentiste? ¡Fue heavy! Tenía mucho susto. Imagínate lo que significa para mí despedirme de mis hijos y no saber, no tener certeza.
- Lo bueno es que mantuviste la calma. El jueves me vino una paz súper grande, dije "tengo que disponerme en una actitud positiva", y busqué la forma de sentirme bien. Y cuando me llevaron a pabellón, pedí música de Luis Miguel. Íker nació sano y no hubo ninguna complicación. Estoy agradecida.