La exitosa y joven actriz hizo fuertes revelaciones sobre sus inicios en las teleseries de Mega y su salida de esa área dramática. "Mientras grababa Pobre Gallo, gente de la misma producción me dijo que estaba sobrepeso", contó.
Raro es que un actor estando en el top de la fama televisiva opte por retirarse, menos aún si su carrera recién está empezando. Mariana Di Girolamo (28) lo hizo. Terminó de grabar su protagónico en la nocturna Perdona nuestros pecados, en Mega, donde fue la estrella como María Elsa y le dijo chao a la pantalla chica.
Se fue a estudiar a Europa, luego grabó Río Oscuro para Canal 13 y se dedicó al cine, área donde actualmente brilla con la película Ema, estrenada esta semana en el Festival de Cine de Venecia.
Razones de un alejamiento de la TV que esta semana volvieron a ser noticia, junto a otra revelación: lo mal que lo pasó en las primeras teleseries que hizo en el canal de Vicuña Mackenna. "Una de las razones por las que bajé de peso fue que, mientras grababa Pobre Gallo gente de la misma producción me dijo que estaba sobrepeso. Eso fue súper dramático para mí, que siempre me he caracterizado por tener una contextura delgada", contó la sobrina de Claudia Di Girolamo en una entrevista que concedió al portal Galio.cl.
"Uno no debería sentirse bien porque te dicen que estas más delgada", reflexionó en torno a la exigencia absurda de que las mujeres deben ser flacas.
Esta confesión dio paso a otra, tanto o igual de fuerte relacionada con su labor de actriz: "Cuando terminé de grabar Perdona Nuestros Pecados decidí tomar un respiro de las teleseries. Eso produjo que mi salud mental me pasara la cuenta, teniendo que llegar a tomar antidepresivos".
El pelo
Su cabello extra cortito así como es alabado, también le ha merecido pelambres gratuitos, situación que también fue abordada en la publicación por la joven artista, que no se achica ante nada: "Mi corte de pelo fue una manera de sacarme toda esa carga moral que va a asociada con el hecho de sentirse mujer y la feminidad, algo que en esta sociedad machista continua siendo castigado y que, por tanto, me ha hecho enfrentarme con miradas o comentarios incómodos que jamás había vivido".