Hija mayor del matrimonio conversó con La Cuarta sobre el éxito del programa familiar que tienen en la web, y dio algunas píldoras de cómo se manejan en la interna del clan.
Este domingo, se estrenó el tercer capítulo de la segunda temporada de Tenemos que hablar, espacio liderado por Rafa Araneda y Marcela Vacarezza, y en el que conversan de diversos temas junto a sus hijos.
Semana a semana, el clan aborda distintas situaciones de sus dinámicas internas, las que obviamente dan que hablar entre los fanáticos del espacio que se emite a través de YouTube.
En ese contexto, La Cuarta se comunicó con Martina Araneda, la mayor de las hijas del matrimonio, quien a sus 24 años contó detalles en uno de los últimos capítulos de por qué decidió quedarse junto a sus papás en Estados Unidos, y no irse a vivir Chile junto a su hermana Florencia, como era el plan inicial.
De acuerdo a su testimonio, uno de los principales motivos que la instaron a seguir en Gringolandia fue el tema académico, pues reveló que era mucho más cómodo y las posibilidades de surgir en ese ámbito son mayores allá que acá en Chile.
“Yo sí me iba a ir, pero pasa que yo soy mucho más racional que mi hermana. Como que para mí yo tengo que estar primero donde está mi familia y el resto, mis amigos, o tener pareja, se puede encontrar en cualquier parte. Y soy muy de ver dónde quiero estudiar, dónde quiero trabajar, qué oportunidades se me presentan en cada lado”, expuso de entrada la estudiante de derecho.
Y en esa misma línea, agregó: “en el análisis racional... yo quiero dedicarme al área de derechos en inmigración. Y acá es un mercado gigante. En Chile es un mercado mucho más chico comparado al mercado simplemente que hay en Miami de inmigración, o todas las visas que tiene Estados Unidos con todo. Y también derecho a una carrera muy local. Entonces si yo estudiaba en Chile y después quería venirme, igual iba a tener que hacer algo acá, igual iba a tener que hacer alguna convalidación, algún tipo de estudio. Por lo que estudié, se hace más fácil al revés, estudiando primero acá y después, si quiero volver a Chile, buscando la convalidación allá.
Además, Martina contó algunos detalles de cómo es su día a día en el país norteamericano.
“Acá buscaré cómo me hallo, me encuentro, porque sí, son culturas distintas. Vivimos en Weston, que es súper tranquilo, como que no tiene vida de juventud, no hay discos, no hay bares. Los restaurantes cierran a las 9. Pero dije, buscaré la forma de encontrar un poco eso que también me gusta, que también lo quiero, no perdiendo las posibilidades laborales que veo acá.
- ¿Entonces tú ya decidiste quedarte ya definitivamente, no es como que aplazaste por un tiempito nomás el venirse?
- No, por lo menos hasta que termine mi carrera quiero quedarme acá. Yo en verdad ya no pienso mucho qué va a pasar mucho más adelante en mi vida, como que si en dos años más me quiero ir, me voy a ir de nuevo. Pero sí, por ahora hasta terminar mi carrera me quedo acá. De ahí, no sé.
- ¿Y qué te parece la decisión que tomó tu hermana Flo de venirse?
- Yo la extraño mucho, pero creo que era algo que a ella le faltaba hacer en su vida. Yo me quedé dos años y me dio sola al principio, cuando se vino mi familia -a Estados Unidos-. Tuve esa posibilidad. Y tuve la posibilidad de darme cuenta qué quería. Ella se vino directamente nomás, nunca se quedó, nunca nada. Entonces creo yo que también tenía esa espina que tenía que sacársela de vivir allá, a tratar de hacer su vida allá. Y la Flo tiene muchas como... le encanta redes sociales, le encanta dedicarse a eso. Y en Chile tiene un mundo por quién es, por cómo se maneja, por todo.
- Fue buena decisión entonces…
- Llegando allá se la abrió tanto que yo la veo tan feliz, tan realizada, tan completa, que creo que era una decisión que tenía que hacer. Y que gracias a Dios le ha resultado bien. Y mientras ella esté feliz, yo voy a estar feliz, aunque la extrañe y todo. Porque también siempre he sido de creer que uno ya a los 18 puede ser muy chico de edad, pero tiene que empezar a plantearse su vida y a cometer errores. Y si ella el día de mañana decide volver, tal como yo decidí quedarme y después venirme, siempre va a estar bienvenida a la casa y todos la vamos a apoyar. Pero creo que si no lo hacía ahora, iba a ser algo que siempre le iba a pesar en la cabeza.
- Tenía que puro hacerlo…
- Sí, ahora que es chica, que no está casada, nada, es mucho más fácil. Después, más adelante, si se quedaba con la espina, con las ganas y se casaba o estaba trabajando, todo se complica. Entonces creo que está en la edad perfecta para hacerlo. La veo mucho más feliz, la veo completa y eso, a pesar de que la extraño, a mí me tiene feliz.
- Oye, y tú así como independizarte, pero quizás dentro de mismo, estando allá, ¿no ha sido como una posibilidad?
- No, por ahora no, o sea, yo no trabajo, yo estoy estudiando, me quedan cuatro años todavía, y yo sí como que me gustaría vivir sola en algún momento, pero no todavía. Como que siento que para mí irme a vivir sola significaría, no sé, si es que tuviera pareja o algo así, recién ahí podría pensarlo, pero por mientras, en verdad, yo siempre le digo a mis papás en broma ‘yo nunca me voy a ir de la casa’. Yo me siento tan cómoda con la relación que tengo con mis papás y como son ellos conmigo que tampoco es como que me den ganas de independizarme porque hay algo que, no sé, necesito más libertad en ciertas cosas o algo así. Y tampoco tengo la plata para hacerlo. Entonces, como no la tengo y me siento súper cómoda, no es algo que busque a corto plazo.
- Son bien diferentes con Flo, ella bromeaba con que quería irse y tú con que no te irás nunca…
- Es verdad, somos súper distintas. Yo creo que por eso nos llevamos tan bien, porque somos polos opuestos. Nos llevamos increíble. Yo creo que por lo mismo nos llevamos tan bien, porque ella me habla de cosas que a mí no me nace hablar. Entonces me interesa escucharla. Yo le hablo de cosas que ella por sí sola no le nacería. Entonces siempre tenemos temas, siempre tenemos cosas para conversar, para hablar, para todo.
- Oiga, en la primera temporada bromearon sobre algunos conflictos que tuvieron en la pandemia… ¿fue tan así?
- A mí lo que pasó ahí es que yo entiendo que no era decisión de mi mamá dejarme encerrada. Yo entiendo que era una decisión de gobierno y que no dependía de ella. Pero ¿con quién podía descargarme? No podía llamar al presidente y ‘decirle déjame salir’. Entonces me la agarré con ella. Toda mi rabia dirigida a ella, súper mal direccionada porque claramente ella no tenía la responsabilidad ni era su decisión.
- Uhhh...
- Igual también yo estaba empezando recién derecho en la Católica, que no es una carrera fácil, no es una carrera que demanda poco. Y el primer semestre yo sí encuentro que en la Católica lo usan mucho como filtro. Entonces tenía muchas cosas que hacer, muchos ramos, recién entrando online, no entendiendo casi nada, como perdiéndome todo esto que me habían dicho, que la universidad era tan entretenida, que uno se hacía tantos amigos. Como que también colapsé entre lo nuevo que tenía que hacer y enfrentar, con que todo eso nuevo fuera en una situación totalmente extraordinaria para el mundo completo, que era estar encerrado en la casa todo día. Y mi mamá terminó siendo sin querer mi paño de lágrimas y mi paño de rabia. Era como las dos cosas. Peleábamos y a los dos minutos ‘mamá…’
- Ahí llamaron al Rafa para que interviniera…
- Mi papá tuvo que ir también porque, pucha, en la pandemia es muy difícil… a mi me encanta estar con mi familia, pero aparte de estar con mi familia, cada uno tiene su vida en paralelo. O sea, yo voy al gimnasio, estudio, tengo mis amigos, salgo con ellos. También salgo con mis papás. Pero acá fue estar 24/7. Y en eso, yo creo que en la convivencia, siempre uno tiene cosas negativas y positivas, y el otro también encuentra cosas negativas y positivas. Y mi mamá tiene muchas cosas que a mí no me gustan en convivencia.
- ¿Como qué…?
- Es muy ordenada y yo soy más desordenada. Entonces habían peleas más chicas por eso, que por estar encerradas todo el día, eran más constantes, más todo el rato. Y mi papá, como que siempre nos baja a todos. Yo siempre he encontrado que mi papá es el mediador en la familia. Como que si yo discuto con mi hermana, a la media hora tengo una llamada de él diciendo ‘no peleen, no importa tanto, no es tan grave, no sean tontas’. Lo mismo con mi mamá. Y así siempre. Y no estaba esa vez, estaba encerrado en Estados Unidos, entonces era como nadie hacía de mediador, nadie nada, estábamos todos enojados. Y mi papá llegó y todos nos desenojamos. Era mi papá yendo a la pieza de cada uno diciéndonos que no peleáramos.
- Oiga, lo último, cómo siente que le sirvió Tenemos que hablar en su relación con los seguidores en redes sociales?
- La gente ha sido, yo encuentro que la recepción de la gente ha sido demasiado buena, como me llegan muchos comentarios por direct, como ‘te imaginabas 100% de otra forma, me caes súper bien ahora que te logro ver en esta faceta’. Como yo encuentro que a la gente le ha servido para hacerse una imagen también de lo que realmente somos como familia, más allá de los prejuicios que pueden existir por el mundo de la tele.
Bacán igual…
- Sí, la gente se da el tiempo de conocerte, o sea, en verdad las grabaciones son súper naturales, nosotros grabamos dos, tres horas. De eso que a media hora, pero porque la conversación se nos da tan natural que se nos olvida que estamos grabando, y al final la gente se ha dado cuenta, creo yo, que a pesar de ser personas públicas o familia pública, por decirlo de alguna forma, somos muy normales o como comunes en los mismos temas que tienen ellos. Igual nos reímos, igual convivimos, igual tenemos discusiones, opiniones distintas y tonteras del día a día en la familia, que son iguales que en todas las familias chilenas
- ¿Y hubo algún tema en particular que te haya costado hablar en el podcast?
- Hasta ahora no ha habido nada que me incomode, solo que más que incomodarme, me cuestan ciertos temas como ver cómo los puedo enfrentar yo, porque yo, por ejemplo, soy muy garabatera, entonces me cuesta como temas más chistosos o más de conversación light, como sacar tanto garabato de mis frases para que no suene tan feo, pero temas personales ninguno. Como que siempre antes de grabar se habla muy claro si a alguien le molesta algún tema. Y si a alguien le molesta, no se tocan.