Masterchef: Aníbal Valdés ya ganó por ternura

Llegó como el más piolita, pero esa misma personalidad lo hizo destacar del resto, transformándolo en uno de los participantes más queridos del programa. Hoy en la calle lo tratan como rockstar y es uno de los favoritos para la final. "Pensé que me eliminarían la primera semana", recuerda.

La historia del cauquenino Aníbal Valdés en la TV partió cuando fue al casting del programa MasterChef, que transmite actualmente Canal 13 con éxito de rating (sobre los 10 puntos). Aníbal fue con muchas ganas y expectativas a tratar de clasificar, pero cuando llegó a la fila sintió que jamás iba a quedar seleccionado. La enorme cantidad de aspirantes con pasta para la cocina y personalidades mucho más extrovertidas que la suya lo desanimaron.

Pero, y contra su propio pronóstico, el estudiante de medicina ingresó igual. Y la cosa se puso más sabrosa aún. Pasaron las semanas y el inalterable sureño de hablar pausadito se convirtió rápidamente en figura.

Hoy es regalón de los televidentes y redes sociales, donde alaban su forma modulada de expresarse y comparan su ternura con el oso Winnie the Pooh. "Cuando quedé en el programa me dije, bien, soy el más normal frente a los demás que eran los tremendos personajes. Pensé voy a pasar piolita, en volá me eliminan la primera semana, nunca pensé que seguiría y que la gente ahora me pare en la calle", reflexiona el veinteañero con el mismo modo-zen que muestra en pantalla.

-Lo que más llama la atención de los seguidores de MasterChef es que irradias ternura y pareces operado de los nervios. ¿Cómo lo haces?

Mmm, no sé porque dicen que soy tierno jajajá, no lo entendía, pero soy normal no más. No soy conflictivo, siempre trato de evitar las peleas. Quizás sea porque de chico practico Aikido (arte marcial), donde la idea no es aplicar la fuerza, solo devolver lo que llega.

-Cómo te tomas las críticas que te hacen tus compañeros. La semana pasada Lautaro (eliminado) peló que eras muy lento.

No tengo problema con lo que digan, tengo muy buena onda con Lautaro, además. La verdad, me tomo con calma que me digan que soy lento, además siempre han sabido que soy así, jajá.

-¿Y la fama te la tomas igual de lenteja?

Ha sido difícil acostumbrarme a eso, que alguien en la calle me diga "hola Aníbal, cómo estás", como si me conociera de toda la vida. La gente es muy cariñosa en todas partes. En Cauquenes paso por la plaza y me hablan, me piden fotos. En Santiago una vez fui a comprarle un regalo a una tía y mientras iba caminando como ocho personas me pararon en el trayecto. Al final me demoré como 20 minutos en entrar a la tienda.

-¿Ahora que eres una estrella, te han ofrecido pitutos?

Me han hablado de hacer publicidad, pero hasta el momento no se ha concretado nada. También me piden ayuda para productos chicos y no tengo problema en hacerlo, igual que grabar saludos.

-¿En el amor hay pedidos?

Jajajá, hay harta gente que a uno le dices cosa, pero estoy soltero y me lo tomo con calma. Para estar con alguien hay que darse tiempo para conocer a la otra persona y en este momento estoy más concentrado en la universidad y en ojalá llegar a la final de MasterChef.

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