El humorista detrás del polémico personaje conversó con La Cuarta sobre su próxima presentación en Club Chocolate, donde se ríe de las nuevas tecnologías y las conspiraciones apocalípticas. Además, habló de las funas y del próximo escenario que le gustaría pisar.
Cuando Mauro Palma creó a Violento Parra, quizás jamás pensó que tendría en sus manos a un personaje que siempre estaría en el límite de lo establecido. No puede calcular cuántos años de carrera tiene esta suerte de némesis sin moral, pero sí sabe que aún le queda mucho por delante.
Su nueva presentación junto a Violento -sí, son prácticamente dos personas distintas sobre el escenario- será el próximo 8 de agosto en Club Chocolate, un espectáculo de stand-up comedy titulado “Este no es el fin”.
Una rutina que promete risas y reflexiones a través de una mirada absurda y cómica de nuestros tiempos, con aires apocalípticos sobre la relación que tenemos con las tecnologías, las conspiraciones y nuestra idiosincrasia.
Sobre este esperado show, su deseo de ir al Festival del Huaso de Olmué y las temidas funas, conversamos con el humorista.
- Mauro, cuéntame sobre este show del 8 de agosto, en Club chocolate, ¿cómo es que tiene tintes apocalípticos?
Así es, es un show que trata de reírse de este momento especial que vive la humanidad, en donde la tecnología nos estás empezando abrumar, y como eso h ido llegando las esferas de las noticias con estas ideas medias apocalípticas, desde l acusación de satanismo de la inauguración de los juegos olímpicos para abajo. Invita a pensar en el apocalipsis, este show se llama este no es el fin, todavía no se va a acabar la cosa pero está empezando.
- Lo de invitar a pensar, ¿viene de tu lado como psicólogo?
Absolutamente, creo que uno va haciendo comedia de acuerdo a sus propias experiencias, haber pasado por esa carrera me ha permitido tener una mirada crítica de lo social, además de un lenguaje bien enredado para parecer inteligente (ríe).
- ¿Cómo te ha ayudado la psicología en el humor?
Me permite tener ciertas herramientas de observación, además creo que mi deformación profesional es la que me permite hacer una comedia critica, el gesto artístico en la comedia es precisamente darle un contenido, en reírnos por reír pasamos del arte a la entretención, es muy legítimo, pero creo que lo que transforma la comedia en arte es tener un sentido social una mirada crítica del poder, las condiciones de vida y de los absurdos que tiene nuestra existencia humana.
“Violento pone la violencia social en el discurso comedil”
- Pasando a Violento Parra, ¿Cuántos años artísticos tiene?
¡Ya perdí la cuenta! Debe tener más de diez, me acuerdo que la primera presentación que hicimos de violento fue en bar El clan, partió como un spin off del personaje que teníamos antes, Carlos Romo Corbalán, un ex agente de la CNI que se transformó en periodista del canal CNI Channel, Canal de Noticias Internacional. Violento Parra está muy ligado a esta idea de la tortura, los desaparecidos, el tema más político más crudo, más duro; y de poco se fue ampliando hacia el absurdo cultural, el cuico más cuico de los cuicos, que encuentra flaite a la gente Vitacura. Violento Parra es la representación absolutamente opuesta de la Violeta.
- Este es un personaje súper irreverente, ¿recuerdas alguna polémica en particular, o tienes algún arrepentimiento?
Violento genera un montón de paradojas, cuando el discurso no es entendido en la profundidad se puede malinterpretar, y eso pasa con las personas que se centran en lo literal, y no en la representación del personaje. Yo no me arrepiento de nada. Lo que sí puedo entender, comprender, empatizar, y desde ahí corregir, es que en la tele hay contenido que no se puede mostrar porque existen personas que se pueden sentir afectadas. Entendiendo también que uno no es conocedor de la profundidad de todo y se puede equivocar, y ese es el error, no una acción con intención. Si he de arrepentirme de algo, es de no tener tanta información, de no haber hecho bien la pauta para no causar escozor en personas que justamente son las que queremos apoyar, poner en el tapete. Violento pone la violencia social en el discurso comedil para poder ver cuán normalizada está.
Me llama la atención que en tu show, Violento es un invitado, son como dos personas totalmente diferentes para ti.
Exacto, son absolutamente diferentes. Porque Mauricio, yo, soy una persona humanista que creo que el amor es lo fundamental en nuestra vida, creo en las diferencias, estoy cada vez ampliando más mi espectro de aceptación. Y Violento Parra es todo lo contrario, es racista, clasista, mira en menos a todos, no tiene ninguna vida creativa y sin embargo se cree que es el mayor artista del mundo. Si no logras ver que ahí hay una sátira, es como decir que Pancho Reyes era un mal cura.
- ¿De alguna forma te da miedo la funa?
Creo que hay un temazo a nivel cultural y social muy importante, la sociedad pasó por un momento de miedo a la funa, sobre todo, cuando se exacerba este sentimiento a propósito de la primera victoria del Apruebo y todo lo que eso implicó como en la mirada de país, pero que fue una construcción mediática que al final los mismos medios y los poderosos derrumbaron, y mostraron que Chile en realidad era el más facho de los países. Creo que desde ese prisma se equilibró un poquito la mirada de esta moral hiper progre, con la que se juzgaba rápidamente a la persona. Hay una hipervigilancia, que también a lo mejor es justa en torno a nuestro fenómeno cultural, no pretendo castigarla, sino entender, soy un poco más humano en ese sentido. Y siempre en la batalla, porque me gusta estar en el límite, en ese lugar que puede incomodar, así como soltar una carcajada a mandíbula batida.
- Es que claro, esa es la esencia de tu personaje también, no puedes ir contra eso.
Exacto, y al que no le parece igual está súper bien, hay varias alternativas, desde no seguirlo, no verlo, hasta mofarse y hacer un chiste. Es importante que uno pueda tener libertad, soy una persona en cierto sentido pública, tengo que estar abierto a recibir opiniones, críticas, felicitaciones.
“Volvería (a Viña), no sé si con tanto gusto”
- ¿En qué etapa profesional sientes que estás ahora?
Estoy súper contento como estoy, haciendo una comedia que donde voy la aplauden mucho, la agradecen. Sé que las cosas no están fáciles para la gente, entonces no cobrar una entrada tan cara ayuda a que la gente pueda acceder. Voy a lugares donde no hay mucho acceso a comedia, y eso me encanta porque creo que es mi propósito, poder llevar alegría a esos lugares.
- Uno siempre le pregunta a los humoristas ¿con qué escenario sueñas, sueñas con ir a Viña? Pero tú ya estuviste en Viña. ¿Te gustaría volver?
No sé si me gustaría, más, volvería; no sé si con tanto gusto, pero volvería. No tiene nada que ver con el escenario en sí, sino más bien con la parafernalia que la rodea, es un poco agobiante para los comediantes, sobre todo para los que estamos acá en Chilito, porque los artistas internacionales son siempre tratados como lo que son, grandes artistas. En cambio los comediantes igual estamos en este lugar B, ¿no? … a mí me encantaría ir a Olmué.
- ¿No hay ningún llamado todavía?
No, no hay ningún llamado. Pero sé que los canales están mirando videos, ya se verá de aquí a septiembre, se va a tener que resolver eso.
- Es más tradicional el público de Olmué…
Sí, la verdad es que mi comedia... Mira, yo soy una persona de 45 años, creo que puedo tener una conexión con amplia parte del público, mi rutina de stand-up no tiene nada que ver con algo contestatario, ni muy político. Violento Parra es más político, claramente. Pero el stand-up que estoy haciendo es muy general, hasta casi podría ser familiar en alguna dimensión. Pero es un texto bien potente y está lleno de chistes, de detalles, empezamos y no paramos. Yo ocupo harto la artilugia de empatizar con mi propia experiencia, porque hablo de que mi mamá murió y genero un montón de links con lo que voy hablando. Es una rutina muy muy versátil, muy musical, está súper entretenida.
Mauro Palma se presenta el próximo 8 de agosto en Club Chocolate, las entradas están disponible por sistema PASSLINE
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