Hace ya ocho años, conductor de Mega adquirió una propiedad en Buenos Aires, la cual aún no había sido construida, situación que persiste hasta hoy.
Hace un par de días, Joaquín Méndez contó el drama que tenía con un departamento que compró hace ya ocho años en Buenos Aires, Argentina, en el sector entre Villa Crespo y Palermo.
“Hice más de 86 comerciales de publicidad”, contó, en el programa de YouTube Algo que decir, sobre la decisión que tomó con sólo 25 años para prácticamente el total de sus ahorros de ese entonces.
En ese tiempo, él ni siquiera tenía planes de venirse para Chile, así que se decidió a comprar esta propiedad, aún no construida, de 50 metros cuadrados por un costo de 70 mil dólares (hoy, uno $55 millones de la moneda gringa). “Pagué todas las cuotas y el tipo ni siquiera había empezado la obra”, aseguró ahora a LUN.
El tipo al que le compró el departamento era un amigo de su padre. Su “sistema de trabajo” era pagar el edificio anterior con el dinero de los compradores del edificio siguiente. “Era una cadena que funcionaba bien”, planteó el ex-Amor a prueba (Mega). “Pero al tipo lo agarró la pandemia, el pesó se devaluó, sumado a los altos costos de los materiales”.
Así, fue pasando el tiempo y el hombre le fue dando distintas excusas al exchico reality de por qué tardaba tanto: “Nunca voy a saber si eran ciertas o no”, comentó. “Este empresario tiene un blablá que te envuelve”.
Según Joaquín, tras cinco años de construcción, actualmente el edificio “sólo tiene el esqueleto con las ventanas”, es decir, aún faltan los baños, ascensores, escaleras, el hall de entrada y muchas cosas.
La pena de Joaquín Méndez
El animador de Mega se mantiene en contacto con los co-propietarios, quienes tampoco saben qué medida tomar, según relató al citado medio: “Todos tienen miedo de que esta persona se declare en banca rota y no termine la obra”. Y es que “no sabemos si la va a terminar o no”, ya que “puede ser en un año o en diez”, planteó.
Incluso han evaluado la opción de contratar un abogado, pero temen que el sujeto arranque y “se quede con toda la plata de nosotros”, supuso. Supuestamente la entrega sería en marzo, luego la movió para junio y ahora la promesa es que será en octubre. Y Joaquín duda que eso ocurra. “La verdad que no sé qué hacer”, lamentó. “En Chile esto no existe: ocho años es mucho”.
“Tengo sentimientos encontrados con mi país”, reflexionó. “Es un país hermoso, pero esta situación me da miedo”, incluso “me da como pena hablar del tema”, admitió sobre este proceso.
Eso sí, más recientemente, el argentino sacó un crédito y compró en verde un departamento en Santiago, Chile. “Pasaba por el sector constantemente y pensaba que en un año no lo iban a tener listo”, confesó. Pero sí, destacó, la entrega fue “en el plazo indicado”. Joaquín no lo podía creer.
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