“Me da un poco de pudor…”: Paloma Moreno y lo “más difícil” en su detrás de cámara para Hijos del Desierto

Paloma Moreno como Margot Le Blanch.

La actriz interpretará a Margot Le Blanch, la cantante que llega a Valparaíso ocultando un misterioso pasado. “Es muy buena escuchando, pero menos buena hablando de ella”, cuenta a La Cuarta.

Al bar Pirandelli, ubicado en el ficticio Valparaíso de los años 30, llegará una misteriosa cantante, Margot Le Blanch. Su talento y belleza deslumbrará a los parroquianos de local nocturno.

Ese es el papel que tendrá Paloma Moreno en Hijos del desierto (Mega), la nocturna de Mega que se estrena el martes el martes a las 22:30 horas, tras el penúltimo capítulo de Amar profundo.

Sobre el escenario, la coqueta cantante se robará la mirada del empresario porteño Gregorio Sanfuentes (Pancho Melo), quien acostumbra asistir a este recinto junto a su socio, Cornellius Bormann (Marcelo Alonso).

—Es totalmente deslumbrante, no se puede negar —dirá este último mientras ella canta.

—Hermosísima —le contestará Gregorio, quien se encuentra casado con Antonia Willliams (Paola Volpado).

—Con que Antonia no se entere... —insinuará su socio Cornellius, animándolo a poner los cuernos.

Sobre esta relación que surgirá en el melodrama, Paloma Moreno cuenta a La Cuarta que ambos personajes “empiezan a conocerse y se vuelven bastante cercanos”, al punto de llegar a los besos.

Gregorio y Margot muy coquetos.

Los secretos de Margot

La actriz, que ya ha protagonizado los melodramas Gemelas (CHV) y La torre de Mabel (Canal 13), tendrá su debut en las pantallas de Mega: “¡Hay nervios!”, confiesa, sobre todo porque “le tengo mucho cariño al personaje y al proyecto”. Como sea, “son nervios ricos”, aclara, “porque sé que hay una contención enorme detrás en todas las áreas”.

En la piel de Margot se ha enfrentado al desafío de hacerle al canto: “He tenido que investigar sobre la forma de cantar de esa época”, con lo que ha descubierto que “las mujeres usaban un tono más agudo, por lo general, y he trabajado en eso”.

“Harto canto en la ducha también, ¡pero siempre ahorrando agua!”, asegura y ríe.

Aunque eso no ha sido lo más difícil, en cambio sí “creo que entender la sensualidad como una herramienta”, confiesa. “Me da un poco de pudor y he tenido que trabajarlo, pero también entender que hay mucha fragilidad detrás de esa postura”.

Margot sobre el escenario.

Sobre su aparición de su personaje en la trama, dice, “Margot llega sin explicaciones, sola; lo que era raro para una mujer en esa época, y con un pasado que no le gusta desvelar mucho”. Así, en resumen, “es muy buena escuchando, pero menos buena hablando de ella”.

Sobre sus compañeros, de entrada, declaró que “es un elenco muy bonito”.

Eso sí, tuvo especiales palabras para algunas colegas puntuales, con las que ha tenido menos tiempo actuando codo a codo: “No me había tocado trabajar con la Ingrid (Cruz), que es una dulzura; con la Paola Volpato, solo en teatro, y me encanta lo matea y buena compañera que es; y con la Carmen Zabala tampoco había trabajado, y es un placer”.

“¡Son todos y todas personas muy queribles!”, remató. “Estoy muy agradecida”.

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