Aun así, el productor apuntó a los fanáticos nacionales: “Perdónenme Chile, aunque sé que desde el fondo de su corazón no lo harán porque es un público completamente agresivo y se lleva todo al pecho”.
“Ahora viene la prueba de fuego para los chilenos. Cuántos se van a quedar sonando en regiones de Chile y los que van a trascender al mundo (...) Cuántos van a tener sus jets privados y sus Rolls Royce”.
Ese fue el mensaje que el pasado jueves dinamitó todo. ¿Su autor? Álex Gárgolas, reconocido productor ejecutivo puertorriqueño que llevaba un tiempo trabajando con la crème de la crème de la escena nacional —Cris MJ, Standly, El Jordan 23 y Marcianeke, entre otros— y los reuniría en un álbum que ilusionaba: Reggaeton Chileno Vol 1.
Sin embargo, esas palabras no fueron bien vistas. Ni por los artistas ni por los fanáticos, quienes se unieron en redes sociales para contestarle a Gárgolas y darle comienzo a un ida y vuelta que incluyó, inclusive, a una serie de artistas del género, como Don Omar o Arcángel, por mencionar algunos, quienes se desmarcaron de las palabras del productor y apoyaron a los músicos nacionales.
Desde luego, con el pasar de las horas, el tema tomó todavía más fuerza cuando Pablo Chill-E, Polimá WestCoast y el resto, uno tras otro, comenzaron a anunciar que abandonaban el proyecto. Tanto así, que Gárgolas debió cancelarlo: “No va el álbum de Chile. Quédense en su país”, escribió.
Como sea, a raíz de la escalada, y probablemente a sabiendas que fue el gran responsable de los dimes y diretes, este domingo el productor puertorriqueño recogió una vez más el guante y subió un video a YouTube donde explica sus motivos y el probable origen de esta polémica. En 13.24, señala que le molestó ver los comentarios de los fanáticos nacionales, que apuntaban a que vino a robarse la escena nacional, cuando él sólo quería ayudar y hacer negocios.
Aun así, por primera vez, pidió disculpas por sus palabras: “Si se sintieron ofendidos y discúlpenme, como alguna vez lo hizo Maradona y muchísimos artistas. Me disculpo porque soy humano y me dejé llevar por la agresividad y la forma en la que me hablaron (...); me dejé llevar por el impulso y la agresividad de los fanáticos, los comentarios hacia mi PR… le contesté por la impulsividad”.
Luego, sobre la respuesta de sus compatriotas que opinaron sobre el tema y se desmarcaron de sus declaraciones, señaló que “los artistas de Puerto Rico que tiraron en ese momento son grandes amigos míos, incluso para que ustedes sepan, luego de lo que ocurrió nos hablamos por teléfono ya que a muchos los conozco desde que tienen 18 años”.
“Perdónenme Chile, aunque sé que desde el fondo de su corazón no lo harán porque es un público completamente agresivo y se lleva todo al pecho… Y espero que ningún otro país se sienta ofendido con algún comentario que ustedes hagan”, dijo más tarde, dejando ver de todos modos que aún las heridas parecen no estar cerradas.
Y finalizó: “Esto no es fútbol, no es una guerra, es música… Mil disculpas a ese país… Pero me molesté, me deje llevar pero yo ya pase página (...); destrúyanme aquí abajo, pero tengo muchos amigos en Chile y sigo hablando con ellos luego de esto”.