La modelo trasandina recordó su experiencia en el extinto programa juvenil y también habló sobre los complejos momentos que vivió que la llevaron a dar un paso al costado.
Lucila Vit fue la reciente invitada al espacio de Mauricio Pinilla en Radio Agricultura, Fuera del Área, en donde conversó con el exfutbolista sobre distintos temas de su vida.
Fue en ese contexto, que Pinilla le recordó su paso por el exitoso programa juvenil Yingo, que llevó a la trasandina a la fama en Chile.
“Nos divertíamos muchísimo. Eran muchas horas, era desgastante, me acuerdo que trabajábamos desde las 6 de la mañana hasta las 9 de la tarde, que era cuando terminaba el programa, y no parábamos haciendo notas, ensayos de baile. Aprendí muchísimo”, partió señalando Lucila.
Asimismo, confesó que, en una primera instancia, había sido “un programa que yo no quería entrar”.
“Me acuerdo que Álex Hernández me ofreció hacer Mekano, cuando estaba recién terminando, yo había recién llegado acá a Chile. Y yo (le dije) ‘no, me quiero devolver a mi país, quiero ir a Argentina’”, recordó.
“Me la pasé súper mal”
La modelo se fue a su país, pero al regresar a Chile, el productor la invitó a participar en Yingo. Aunque en una primera instancia volvió a decir, finalmente aceptó unirse al programa juvenil.
“Entré y fue una experiencia hermosa, después terminé renunciando porque no me gustaba que me reconociera la gente, entonces me dio crisis de pánico. Me la pasé súper mal durante esta época”, confesó Lucila.
Tras esto, reveló que “una vez me fui a internar, yo sola. Estaba la noche y me empezaron a dar palpitaciones muy fuertes, me asusté, tomé un taxi y fui. De ahí, renuncié”, explicó, agregando que después de alejarse no tuvo más crisis de pánico.
Lucila luego aseguró que, tras salir del programa, continuó su amistad con dos excompañeros: Ernesto Lavín y Camilo Huerta. “Tenemos como un grupo los tres”, contó.
Con respecto a la relación que tenía con los otros integrantes, Lucila contó que si bien se llevaba bien con sus compañeros de trabajo, pero sus amigos estaban fuera de la pantalla chica.
“Me empecé a confundir un poco porque me acuerdo que estaba Arenita, bueno... Te tiraban mala onda y yo no sabía si era por la tele, porque después me saludaban re contra bien. Entonces como que ese juego de la tele nunca lo entendí y no me gustaba tampoco, yo soy así afuera, adentro, en mi casa, en todos lados”, recordó.
Finalmente, Lucila contó que “me costaba un poco entender eso y yo creo que las crisis de pánico eran por eso. Sentía que el ambiente donde estaba… más que mi familia, compartir con ellos, era como ‘¿esto es falso, es verdad?’, no sé”.