Florencia Araneda, de 20 años, decidió dejar Miami tras vivir cuatro años junto a su familia en Estados Unidos, y volver a Santiago.
Rafael Araneda se sinceró y habló sobre su hija Florencia, quien decidió regresar a Chile tras pasar cuatro años viviendo en Miami, Estados Unidos, con su familia.
En el reciente capítulo de Podemos Hablar, el animador explicó los motivos por lo que la joven de 20 años quiso volver al país y se emocionó al hablar sobre la nueva etapa que vivirá su retoña.
“Florencia se viene a Chile, con condiciones que también tiene que trabajar, no es llegar a la casa (y decir) ‘me devuelvo a Chile porque no me acostumbre en Estados Unidos’ (...) Bueno, ¿y la luz, el agua, el techo? ¿En qué va a trabajar? ¿Cómo lo vamos a hacer? ¿Cuál es su proyecto de vida?”, partió contando el animador, sobre las conversaciones que tuvo con su retoña.
Por otro lado, Rafael confesó que no se esperaba la decisión que tomó su hija. “Me dolió, me dolió de sorpresa, no me lo esperaba”, contó.
“Me dice ‘papá, no me hallo, no me gustan los gringos’. (Le digo) ‘Sí, pero tus amigos no son…”. (Me dice) ‘Por eso, pero no me veo yo, conocí un montón de chicos súper simpáticos, pero no me proyecto con ninguno, yo necesito ver más a mi familia, estar más con mi abuela, que está enfermita, estar más con mis abuelos que están más viejos’”, explicó el animador, con respecto a los motivos de la joven para volver al país.
“Es súper sensible la Florencia y eso la tenía atravesada”, afirmó Araneda. “Además que la Florcita es muy llenadora de espacio”, añadió.
Tras el cambio y el regreso de la joven, el animador reveló que la visitó en su nuevo hogar. “Esta semana la vine a ver, que es su primera sola, para ver cómo se desenvuelve. Me esperó con desayuno, fueron los mejores huevos revueltos con palta que me comí por la mañana cuando me bajaba de un avión, exquisita”, contó.
“Y lo está haciendo bien y yo espero que se sienta bien, y que se sienta cómoda”, detalló el animador. Eso sí, confesó que “también me muero ganas de que se devuelva, uno tiene ese egoísmo de papá también, piensa que al lado de uno están mejor los pollos”.
“Yo la echo de menos, ya la echo de menos”, concluyó Rafael Araneda.