“Mi mamá, muchos años después (…) me confesó que durante dos años lloraba en las noches en silencio por este cambio”, relató el actor.
Francisco Pérez Bannen fue uno de los invitados al capítulo de esta semana de La Divina Comida, donde compartió junto Wilma González, Sergi Arola y Valentina Saini.
En ese contexto, el actor habló de diversos temas relacionados con su carrera profesional, y otros donde apuntó a episodios vinculados a su vida más personal.
Por ejemplo, contó crudos detalles de los inicios de su carrera actoral, la cual le generó varios conflictos a nivel familiar.
De acuerdo a su relato, su verdadera vocación por las tablas comenzó en su etapa escolar.
“Estuve en unos talleres de teatro en el colegio, pero me metí esencialmente, porque mi colegio era de puros hombres, y era el único taller en el colegio que se hacía mixto con chicas del colegio de al frente”, relató en el espacio de Chilevisión.
Eso sí, contó que se encantó más todavía con ese oficio luego de iniciar la carrera de derecho, a la que accedió a entrar para mantener vivo el legado de su padre, que también es abogado.
“La verdad no me llamó la atención tanto, estaba mucho más preocupado de estar con las chiquillas, y eso era una experiencia demasiado nueva, después de estar con 45 peludos durante toda la vida”, bromeó.
La confesión de Francisco Pérez Bannen
Sin embargo, al rato se puso un poco más serio para revelar lo mal que lo pasó en esos momentos.
“Pasando a tercero (de derecho) me estaba pudriendo. Yo decía la vida es ahora, y necesito decir ahora lo que siento, lo que pienso, si no me voy a morir, se los juro que tenía una sensación de que iba a explotar si no lograba expresarme ya”, se desahogó.
Luego, contó que su madre fue la que peor lo pasó después que tomara la radical decisión de cambiar las leyes por las artes escénicas.
“Mi mamá, muchos años después (…) me confesó que durante dos años lloraba en las noches en silencio por este cambio”, sostuvo.
Por último, reconoció que “yo me lancé, lo hice igual, pero más en ese minuto con la idea de la dirección más que de la actuación, ser actor me fue agarrando después. Me fue yendo bien, fui entendiendo el oficio, lo fui queriendo también, lo fui amando, me fui enamorando”, cerró el intérprete.
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