Fotógrafo se confesó y habló sobre las pesadeces que le decían en algunos pesajes de su vida.
Jordi Castell fue el invitado estelar a un nuevo capítulo de Dale color, el podcast conducido por la argentina Eugenia Lemos y que ya transita por su segunda temporada.
Y en la ocasión, el fotógrafo abordó diversos temas relacionados con su carrera en televisión y también otros más enfocados con su vida más personal.
Por ejemplo, el ex Primer Plano nuevamente habló sobre el calvario que enfrentó en algunos pasajes de la vida debido a su orientación sexual, donde fue víctima de un descarnado bullying por parte de algunos compañeros de colegio.
En tanto, reveló cómo en ese minuto la moda lo ayudó a salir adelante y resistir el hostigamiento constante que recibía.
De acuerdo a su relato, el interés por esa área comenzó cuando era muy joven, en parte, gracias a su abuela, quien le dio una mano y lo ayudaba a adaptar sus prendas a un estilo más propio.
“Siempre fui muy raro”, reconoció el panelista del programa Tal Cual, de TV+. Y sobre la misma, se desahogó sin filtro: “Agradezco al universo por haber podido aguantar todo el bullying que me hicieron por ser homosexual”.
Además, recalcó que “siempre me importó mucho mi apariencia. En Talca, salía a la 1 Sur, la calle del comercio, vestido como si fuera a una fiesta, aunque fueran las 4 de la tarde”.
Las confesiones de Jordi Castell
Pero eso no es todo, pues también contó en la charla que a sus 14 años ya tenía referentes claros en el ámbito de la moda, como Vivienne Westwood, la reconocida diseñadora de moda británica.
“Me acuerdo que cuando cumplí 15 años, mi mamá me permitió hacer una fiesta y yo agarré un cloro, manché todos los blue jeans, los tijeretié, les puse una cadena y me pinté con tempera unos mechones azules -acá (en el pelo), porque quería vestirme punky para mi fiesta de 15, en dictadura en el año ‘81″, recordó en alusión a su extravagante look.
Además, Castell reconoció que debido a ese tipo de situaciones se convirtió en blanco de feas burlas, a las que afortunadamente nunca les dio mayor importancia.
“Me gritaban cosas horribles por ser homosexual, pero nunca me afectó. Hoy lo veo como una fortaleza. Me importaba mucho más cómo me veía”, cerró sobre esa temática.