El panelista de Hay Que Decirlo habló tras su paso por Tierra Brava y el fin de su matrimonio. “He sido tan yo, que dejé la... en el reality”, reconoció.
En un reciente capítulo de Hay Que Decirlo, Arturo Longton se sinceró sobre su quiebre matrimonial con Daphne Bunney, tras 12 años juntos, y de los difíciles momentos que enfrentó por su separación.
Cabe recordar que el panelista del programa se involucró con la influencer peruana Shirley Arica en el reality Tierra Brava, lo que provocó el fin de su relación con Bunney.
La tarotista Vanesa Daroch fue invitada al espacio y comenzó a ver el futuro de varios famosos, fue en ese momento que le aseguró a Arturo que “yo veo siempre una vuelta con el amor de tu vida, siempre”. La predicción sobre una posible reconciliación dejó sorprendido al panelista.
Luego, Vanesa le aconsejó que “nunca cambies por otra persona”, que “nunca pierdas tu esencia” y que no se deje llevar por lo que dicen los demás.
Ante esto, Arturo se sinceró y confesó que “he sido tan yo que dejé la … en el reality. Si yo tuviera la capacidad de controlarme, hacer las cosas correctamente o poder devolver el tiempo, haría las cosas de diferente forma, pero por ser yo la cagó siempre”.
Por su lado, el conductor Nacho Gutiérrez le preguntó si es que se “arrepentía” de lo que hizo en el reality. “Sí, lógico, si lo he dicho millones de veces”, reconoció el panelista.
“¿Eres feliz hoy día?”, le consultó Pamela Díaz a su compañero.
“Yo creo que no. Sí estoy muy contento acá con ustedes. La felicidad no es un estado emocional de momento, yo creo que una paz mental, un equilibro (...) Me hace falta perdonarme, eso, por todas las cag... que me mandé”, confesó Arturo, reconociendo que se seguía sintiendo culpable. “Cuando expones o tú haces algo malo y se lo haces a la persona que más has querido en la vida, no se perdona de un día para otro, es como una cicatriz que va a estar siempre”, expresó.
En ese sentido, Longton contó que “de hecho estoy mucho mejor, hace tres meses estaba tirado en la cama. Estoy acá, por lo menos ya puedo venir y puedo empezar a rehacer mi vida. Estuve tres meses acostado. Estuve horrible”.
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