El último capítulo del espacio dejó un duro cruce entre la cocinera y la participante. De hecho, Pierola aseguró que “me cambian de equipo o me voy”.
El de este martes fue un episodio cuanto menos tenso en El discípulo del chef. Y quienes lo hicieron posible, en gran parte, fueron Carolina “China” Bazán y Marisol Pierola.
La historia comenzó durante la primera competencia, cuando a cada equipo se le encargó la preparación de un menú que contemplara centolla, carne de wagyu y chocolate. La “China” se acercó en determinado momento para preguntarles a Miel Blanca y a Pierola si acaso habían logrado caramelizar la carne para llevar a cabo el plato.
Entonces, los problemas: “No, no está caramelizado eso”, respondió la ganadora de la primera temporada del espacio, que se ofreció a seguir con la carne hasta conseguir la textura adecuada. Pero la respuesta de Bazán no se hizo esperar: “Les dije que lo cortaran chiquitito, ya no se va a caramelizar”, se molestó.
Luego, apuntó a Pierola: “¿Qué estás haciendo, Marisol? —que estaba sacando la carne—..., déjalo, no lo toques. Ya no se va a caramelizar la carne”.
En el confesionario, más tarde, Pierola explicó que perdió algunos detalles de la preparación, ya que no contaba con un lápiz que le permitiera tomar los apuntes. “Me confié en Miel”, lanzó luego. Como sea, intentó remediar sus errores, y se acercó a la chef para buscar una solución. Pero no obtuvo la respuesta esperada:
“Perdieron la oportunidad de darle sabor a esa salsa. Ya no existe. Me da lo mismo quién lo hizo (la carne), fue el equipo”, le dijo aún molesta Bazán. “No me escucharon, llegaron y se pusieron a hacerlo solas”, completó.
El ambiente se hizo mucho más pesado cuando, a la hora de presentar los platillos, los jueces criticaron el trabajo realizado por el equipo. De hecho, se quedaron en el tercer lugar. Ahí comenzó un nuevo gallito:
Pierola, consultada por sus sensaciones tras la derrota, dijo sentirse nerviosa: “Presiento que me van a elegir la nominada de la chef”, porque la habían “retado mucho”. Bazán no se quedó callada: “Es que Marisol quizá debiera estar aquí arriba. Porque en cada error ella dijo que debía hacerse diferente. Entonces, como me está corrigiendo todo el tiempo”.
“Igual a mí me molesta, porque cada vez que hay algo que no está muy bien, ‘es que yo lo hubiera hecho de otra manera’, ‘ella dijo que lo hicieran así’ y me molestó mucho su comentario”, agregó segundos después la “China” en el confesionario.
Así las cosas, mientras esperaba por la decisión, Pierola se apartó del grupo y rompió en llanto. Fue consolada por sus compañeros, pero de nada sirvió. Tal como ella había predicho, fue la apuntada por Bazán:
“Hay que saber escuchar. Si hay algo que no saben, se acercan, porque para eso estoy yo, para que no improvisen mucho. Como bien lo dijo Marisol, en esta oportunidad, ella es mi nominada (…); quiero que lo tomes como un aprendizaje, para que me escuches. Tienes que frenar un poquitito y aprender a escuchar”, le dijo la cocinera.
Entonces vino el clímax. Luego de que la “China” dijera que no se trataba de una decisión personal, Pierola se descargó:
“Qué mentira más grande, Dios Mío. Cómo puede haber gente tan cínica”, dijo, mientras tomaba sus cosas y se iba del set. “Yo renuncio, lo digo altiro. Ella me hizo mierda en televisión. Yo renuncio, no quiero estar más”, lanzó después.
Y siguió en el confesionario: “Lo que dijo la chef hoy día me dejó mal. Al extremo que quiero renunciar. Quiero irme del programa”.
Al respecto, la “China” fue clara en su postura y sostuvo que “no quiero que nadie se vaya. Es una lata la situación, pero quiero que todos los que estén acá, quieran estar acá y no estén obligados. Si ella no quiere estar, pucha, ahí está la puerta”.
“Yo a ella no me voy a acercar, yo no voy a tener feeling con ella con lo que hizo hoy. O me cambian de equipo o me voy”, completó la participante.