“Me tiene obsesionada”: Luz Valdivieso cuenta los secretos de su personaje en Hasta encontrarte

No está segura pero, según recuerda Luz Valdivieso (44), está será la primera teleserie que hará para emitirse en el post-almuerzo.

“Me parece que un horario súper interesante porque es un audiencia diferente, y que, además, me trae muchos recuerdos de mi infancia, porque eran las teleseries que veían mi mamá, mis tías y mi abuela”, cuenta a La Cuarta, que solían ser melodramas brasileños que aparecían en las pantallas de Canal 13.

Sin embargo, hace ya un buen rato “Mega ganó ese espacio y ahora es el líder en ese horario, y con historias nuestras”, destaca. “Eso es muy bonito y emocionante”.

La seriedad

Se trata de Hasta encontrarte, una trama estrenada el miércoles 22 de junio y que aborda el tema de las adopciones ilegales, relatando el pasado y el presente, tanto desde el ángulo de la familia afectada como de la adoptiva. En esa historia, la actriz —que interpreta a Catalina Cienfuegos— junto a Daniel Alcaíno —quien hace de Lautaro Cáceres— son los jóvenes que perdieron a su hija tras su nacimiento, creyendo que murió.

Sin embargo, 21 años después, empezará a descubrirse el oscuro plan urdido por la madre de la protagonista, Piedad Azócar (Coca Guazzini), y el cura Francisco Echeñique (Alejandro Trejo), mientras el pololeo de Catalina y Lautaro, que han seguido caminos separados, saldrá nuevamente a flote.

“Una teleserie que narra una historia inspirada en hechos que ocurrieron en Chile”, por lo que “sin duda que es totalmente distinto a una ficción”. Es por eso que “uno se conecta de otra manera con los personajes y, por supuesto, con las emociones y con lo que ocurre”, lo que lo vuelve “bien impresionante”, en vista de que “uno cree que algo así no puede ocurrir, y sí pasó”.

Esa razón significa hacer una labor con “mucha más seriedad, conectándose con lo que es uno, no con el chiste o las cosas externas de los personajes, sino un trabajo muy profundo e interno, tratando de ser lo más respetuoso y fidedigno posible, para que las víctimas de estas adopciones ilegales, que fueron más de 50 mil, se sientan representados dignamente”.

Si bien la intérprete y Alcaíno se conocían de antes, es la primera vez que están juntos en una teleserie. “Trabajar con Daniel ha sido muy agradable; es una persona muy liviana, simpática y llana” y también “con mucho humor, echa la talla y nos hace reír”.

Junto con ello, en lo que respecta a la actuación en sí, destaca que es “muy humilde para entender este lenguaje de las teleseries que, a pesar de que lo había hecho antes, nunca había tenido un rol tan importante”; aunque " a veces pueda ser un poco más lento, porque uno ya tiene un poco más de experiencia y va más rápido”. En resumen, “ha sido una grata sorpresa”, opina.

Ya sobre los demás colegas de Hasta encontrarte, “no sabría decir quién me ha sorprendido, porque la teleserie se divide en dos alas: la familia real y la adoptiva”, por lo que “no nos topamos”. Eso sí, le han dejado muy buenas impresiones los actores que se han sumado al Área Dramática de Mega, como Valentina Acuña, Juan Carlos Maldonado y Andrew Bargsted.

“Y sin duda, tengo que nombrar a Coca Guazzini, que siempre es un placer trabajar con ella, y a Alejandro Trejo, que siempre está brillante”, declara.

Presiones

Tras su arribo en 2018 desde TVN, esta es la cuarta teleserie de la actriz en Mega, tras haber tenido papeles importantes en 100 días para enamorarse haciendo de “Antonia”, o en Casa de muñecos como “Mónica”; eso sí, esas dos eran tramas de tipo coral, con varios personajes centrales.

—¿Ahora sientes alguna presión extra al ser la gran pareja protagónica?

—Se siente una presión extra a un proyecto más coral, a pesar de que sabemos, y me consta que es así, que este es un trabajo grupal, en que cada uno de nosotros depende de que a la historia le vaya bien o mal: directores, productores, actores, técnicos, iluminadores, sonidistas, camarógrafos, en fin; y principalmente, para mi gusto, dramaturgos o escritores. En este caso, la historia, que es lo más importante, es hermosa, muy emotiva, romántica, vibrante, en que pasan cosas muy rápido, todo el tiempo. Es bastante tentador verla.

Al tomar todos los proyectos de los que ha sido parte en Mega, incluido Pobre novio, donde no logró quedarse con el amor del protagónico, Santiago (Etienne Bobenrieth), se muestra clara con cuál es su favorito. Aunque, primero dice: “Chuta, qué difícil, porque cada cosa tiene su afán y a cada personaje uno le tiene un cariño especial”, por lo que “no sabría elegir”.

Sin embargo, luego agrega:

—Quizá porque estoy en esto ahora, creo que esta es la teleserie que, para mí, significa un mayor desafío y que me cautiva más profundamente el alma. Me tiene obsesionada la historia de Catalina, me tienen obsesionados los libretos; es como cuando uno lee una buena novela que no quiere llegar al final. Me demoro en leer porque, de verdad, es cautivante. Por ahora, no me pierdo y creo que este es el proyecto que más me ha atrapado el corazón.

Sobre los tipos de escenas que le resultan más cómodos, ya sea drama, comedia o misterio, Valdivieso contesta:

—Creo que el formato que más me acomoda es una teleserie realista, con melodrama, aunque siempre con el personaje como más de comedia, como la galla más histérica y que al final igual es divertida, que es un poco lo que hice en Casa de muñecos con “Mónica”, o lo que alguna vez me tocó en TVN con Separados (2012).

Corazón y sueños

En enero, se dio a conocer que la actriz se había separado de Marcial Tagle, tras dos décadas de amor, matrimonio del que nacieron tres retoños. Tiempo después, se filtró que la actriz se encontraba saliendo con su colega Claudio Castellón, quien fuera su compañero en Pobre Novio.

Sobre la faceta personal de su vida, Valdivieso contesta parca y clara:

—Estoy tranquila, estoy contenta de que mis hijos estén bien.

En tanto, en lo respecto al laburo, describe:

—Profesionalmente me siento muy plena y agradecida.

En cuanto a proyectos o sueños pendientes, remata:

—La verdad es que para mí el mejor premio es el trabajo; entonces, más trabajo.