Lilibet, la menor del clan, también heredó los ojos azules de la princesa Diana.
Meghan Markle y el príncipe Harry, desde hace mucho tiempo tomaron la decisión de no mostrar públicamente el rostro de sus hijos.
Por este motivo, cada vez que comparten algo de la privacidad de los niños, Archie de 5 años y Lilibet de 3, generan gran expectación en los medios de espectáculo.
Ya sea por el interés que provoca ver lo grandes que están, o lo parecidos que son a sus padres, en rasgos tan característicos como el cabello. Y eso fue lo que pasó con el último post en el Instagram de la actriz.
Recientemente, la duquesa de Sussex mostró una tierna foto junto a sus retoños, una imagen inédita en el jardín de su casa en Montecito, California.
“Cada día es una historia de amor”, escribió en la descripción de la entrañable postal donde se ve a Meghan sostener a Lilibet en brazos mientras Archie se aferra con cariño a su pierna.
Y lo que más ha llamado la atención de todos es que ambos lucen un brillante cabello pelirrojo, heredado de su famoso papá.
El gen Spencer
En 2024, el príncipe Harry comentó que “Archie y Lili han sido bendecidos con el cabello largo y grueso de su madre”, sin embargo, el rojo cobrizo lo sacaron de él.
De hecho tanto en su documental en Netflix como en una entrevista con The Late Show with Stephen Colbert, el hijo del rey Carlos III, reconoció que hay varios rasgos que heredaron de la familia Spencer.
“Al principio de mi relación (con Meghan), pensé que si teníamos hijos, no habría forma de que el gen pelirrojo pudiera competir con los genes de mi esposa, ¡pero me equivoqué!”, declaró.
La pareja también aseguró que Lili tiene los ojos “azules, azules”, iguales a los de Diana.
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