El mexicano incluso homenajeó al “Charro de Huentitán” en su show de Viña, aunque el pasado no estuco exento de altas tensiones.
“A mí, mi papá, me hizo muchísimo daño”, declaró Alejandro Fernández hace ya un buen tiempo, en 2015, en conversación con la periodista Adela Micha.
Más adelante, hablando con la misma entrevistadora, su padre, el mismísimo Vicente Fernández, contó: “A los 18 me lo llevé a las giras, y él no quería. Se paraba en el escenario, se jorobaba y yo le decía ‘Voltea pa’ arriba, estúpido, sonríe a la gente!’. Yo lo traía hecho talco”.
El padre, “El Charro de Huentitán”, había notado el potencial que tenía el tercero de sus hijos, por lo que se esforzó para meterlo en la música, y posiblemente se excedió: “Vieras qué feo sentí cuando un día me dijo ‘Oye papi, yo no quiero venir a cantar contigo’”, admitió.
Es más, cuando salió del colegio, a los 18 años, se metió a estudiar para convertirse en arquitecto. Sin embargo, finalmente la sangre tiró más fuerte: se metió en las rancheras, lanzó su primer álbum y compitió con las ventas de su padre.
Ya con una decena de discos dedicados a ese género, en 2004, el “Potrillo” dio un golpe de timón, y viró hacia el pop, decisión que en un principio no cayó bien a su padre: “Me enojé tanto que le dije: ‘Tú y yo representamos a México, somos como las tunas, nopales, como los magueyes. ¿Y quieres cantar pop?”. Pero después de pensarlo, y a pesar de “estarle fallando al género”, admitió, el patriarca le dio su venia.
El alcohol
Hace un par de semanas, se viralizó un video de una presentación de Alejandro Fernández en México, en que lucía ebrio sobre el escenario. De hecho, previo a su presentación en el Festival Viña, en la conferencia comentó que “era mi primera presentación que tenía en el año, estaba muy contento”.
“Tenía cerca de dos o tres meses que me había a Colorado con toda mi familia para pasar Navidad y Año Nuevo, y no había probado una gota de alcohol, ni siquiera una copa de vino tinto para cenar”, relató.
Sobre su hábito de recurrir al alcohol en sus conciertos, aseguró que es algo que acostumbra antes o después de sus conciertos: “Yo era muy penoso (vergonzoso), demasiado penoso, y mi papá con el ánimo de que se me bajara el nervio cuando me iba a presentar, me dijo: ‘Chíngate un traguito de coñac’ y pues me gustó”, relevó en un podcast.
“Chente” murió en diciembre del 2021 y su hijo han remarcado en diversas ocasiones que no quedaron rencores entre él y su padre; de hecho, cantó un temita en homenaje para su presentación en la Quinta Vergara.
“Mi padre tuvo sus errores y hoy se lo respeto y sé que lo hizo con el único fin de vernos bien a nosotros”, ha declaro.
Es más, en la conferencia previa a su certamen viñamarino, confesó: “Se le extraña mucho, de verdad, nunca pensé que fuera a ser tanto”. A sus ojos, “es difícil pues saber que antes contabas con una persona que tenía toda la experiencia y que cualquier problema que tenías, te podías voltear y decirle que te ayudara”, expresó a modo de cierre. “Él mismo se se preocupaba y nos ayuda a resolverlo. Y saber que no está esa persona, pues pesa”.