Edo Caroe y su esposa, Catalina Ponce, se conocieron en el colegio. Inicialmente, el comediante intentó hacerle un “gancho” con su amigo Tomás Leiva, pero la táctica no funcionó y terminaron juntos, en una relación que, separación de por medio, lleva más de 20 años.

Según él mismo ha contado, la pareja se casó en el living de su casa en una boda improvisada y Catalina, embarazada, fue quien le propuso matrimonio a Caroe. Todo esto mientras él trabajaba en McDonald’s. Poco después, nació su hija Fernanda.

Con todo eso en cuenta, y tal como ocurre en sus shows a lo largo de Chile, Catalina fue protagonista de la rutina del comediante en el Festival de Viña. De hecho, su vida sexual y el desafío de mantener viva una relación tras 20 años fue el foco de uno de los momentos más celebrados de la jornada.

“Hacemos hartas cosas para mantener viva la relación. Nos gustan los juegos de roles por ejemplo. ¿Conocen los juegos de roles? Los juegos de roles son cuando uno finge ser otra persona o armas una historia. Te puedes disfrazar incluso, no sé“, comenzó diciendo Caroe sobre la Quinta Vergara.

“A mi esposa la calienta mucho cuando yo hago de Boric”, agregó desatando las carcajadas. “No, en serio, ella está como acostadita en la cama... bueno, a los que no les guste Boric, José Antonio Kast, ya. Y le hago 13 hijos, ah”, agregó entre las risas y pifias.

“No, no. A mi esposa le calienta cuando yo hago de Boric, entonces yo me paro así al lado de cama y ella me dice: mi presidente, mi presidente, ja, ja, ja”, rememoró sin poder contener la carcajada.

“Me dice, mi presidente, mi presidente. Me bajo de la bicicleta, la dejo al lado. Me dice: mi presidente, mi presidente, tiene el cierre abajo. Yo digo: oh, me lo subo. No, súbase usted mejor. Y ahí me subo, pero antes me doy una vueltita, tit, y me tiró encima y ahí ella me dice: mi presidente, cuántas cositas ricas me va a hacer esta noche. Y yo le digo: oh, no tengo la cifra exacta.. y así”, cerró entre aplausos.