La animadora se hizo su propio escáner a horas de su debut en "Yo Soy" de CHV. Asume su falta de carrete televisivo, pero le sobran ganas de aprender. "Ser animadora es como estar pilucho en la Plaza de Armas", dice.
Millaray Viera está nerviosa y no lo oculta. Este domingo dará su gran salto en la conducción, tras ser elegida por Chilevisión para "Yo Soy", programa de dobles que produjo Mega en 2011, y que vuelve a pantalla, pero por el canal de Turner.
"Milla" pasa del vespertino "Sabingo", donde coanima con Juan Pablo Queraltó, a la franja estelar en solitario. "Existe nervio por estar la primera vez en este horario, pero yo lo estoy disfrutando a concho y trabajando harto para estar a la altura", precisa la figura de 31 años, consciente de que la labor será un tremendo aprendizaje para ella y por lo mismo, huele que no estará exenta de críticas.
Un escenario algo adverso que ya lo vivió en su arribo a "Sabingo", justo después del despido de César Campos, a fines de 2018. En esa oportunidad, Viera fue blanco de un cerro de críticas a su desempeño, principalmente por redes sociales.
Terapia contra la timidez
Al respecto, la hija de Mónica Aguirre y Gervasio comenta: "No tengo problemas con las críticas. Para mí twitter no es una muestra de algo significativo, si no todos estarían internados en una clínica psiquiátrica. Y en el caso de Sabingo no sólo tenía que ver con que yo recién estaba empezando, también tenía que ver con la salida de un conductor súper querido. Siempre supe que eso iba a llegar a pasar y yo no era responsable de eso. Lo lindo es que hoy en el programa nos está yendo mejor que nunca y la gente nos tiene cariño".
- Ahora, ¿cómo crees que te recibirá el público?
A mí la crítica no me da miedo. Que digan que me falta, pucha, es evidente que me falta si estoy recién empezando, no hay nadie que haya empezado en esto sin que le falte, sobre todo seguridad, y es eso lo que se va ganando con las horas de vuelo.
- ¿Alguna preparación especial para tu debut?
Desde que me planteé el desafío de empezar en la carrera de la conducción tengo una coach, eso es de siempre. Pero lo más importante se adquiere trabajando y el ir mejorando día a día. No es fácil ser animadora, es una pega súper expuesta, es como estar pilucho en la Plaza de Armas y yo no soy la persona más segura del mundo. Tampoco la más insegura, tampoco soy la más extrovertida.
- ¿Cómo lidias con eso siendo un rostro televisivo?
Para mí la tele ha sido terapia porque soy tímida, el poder salir al escenario de Yo Soy y gritar ¡buenas noches! es terapia, es sacar algo en mí que también es desconocido. Tampoco me avergüenzo de esa timidez, me hice amiga de ella, siento que represento a la gente que es como yo, que es bueno tocar distintas teclas en la tele y trabajo todos los días para tener eso que me falta. Estoy consciente de mis defectos y trato de trabajar en ello.