Ex modelo se enamoró de la disciplina en su paso por el reality Pelotón. Hoy integra agrupación que recorre los sectores más vulnerables con música y baile. "Esto ayuda a que la gente se conecte con la alegría de vivir", da fe.
Hace casi una década, la ex modelo Mónica Aguirre participaba en el reality "Pelotón" de TVN, y en ese programa que conoció la disciplina que le cambió la vida: la biodanza.
"Fue ahí que nació mi interés... fue un amor a primera vista. Estaba en la búsqueda de algo con mayor profundidad, donde estuviera más conectada a la vida espiritual, y cuando hicieron la actividad de biodanza en el reality, quedé impactada, porque eso es lo que estaba buscando", contó a La Cuarta.
Tras su salida del encierro, Mónica comenzó a buscar información para adentrarse de lleno a la disciplina creada por el psicólogo chileno Ricardo Toro en 1960 y que ya se practica en 54 países.
Fue en el 2010 que la viuda de Gervasio inició sus estudios y tres años más tarde se graduó como facilitadora (experta que orienta, ayuda y es parte de las actividades). Desde ese momento, no ha dejado de trabajar en ello, expandiendo por todo Chile, y en especial en los sectores vulnerables, la este tipo de danza, que a través de la música y los movimientos del cuerpo junto a más personas, es una verdadera terapia para aliviar la mente y conocerse más.
"No he parado en todo este tiempo, pero es una labor gratificante porque es maravilloso ver como la biodanza ayuda a mejorar la vida de la gente. Y me siento feliz de poder contribuir de esta manera".
Enfoque social. Cuando le tocó hacer su tesis, la mamá de la animadora Millaray Viera trabajó con mujeres víctimas de violencia, experiencia que definió el rumbo de su carrera como facilitadora.
"Cuando estudié, siempre quise desarrollar mi lado más social, que esto fuera un aporte", señala.
Actualmente realiza talleres en tres comunas, además participa en el colectivo Biodanza Aquí y en la quebrá del ají, la cual lleva esta vivencia integradora a sectores más complejos, de manera gratuita. De hecho, cuanta Aguirre, uno que hace rato tienen planeado visitar es La Legua, en San Joaquín. "El 16 de mayo estaba todo listo para llevar la biodanza a la Legua (Plaza Salvador Allende), pero ocurrió algo de última hora y debimos correr la fecha, que pronto anunciaremos... Para mí será una bendición trabajar con la gente de allá, sé de sus problemas y realidades, y todo eso es aprendizaje para uno".
- ¿Quiénes pueden asistir a tus talleres, Mónica? Todos. Es súper lindo lo que sucede, porque la biodanza es para todas las personas, se genera algo muy bonito entre quienes participan, ayuda a que la gente se conecte con la alegría de vivir, a descubrir nuevos potenciales más allá de las limitaciones.
La biodanza es una ayuda para todas las personas, hay talleres para parejas, para personas en situaciones de discapacidad, para hombres, para las familias... Es una disciplina que cambia la vida.