Según el imputado, logró comunicarse a través de un celular que le facilitó Gendarmería.
En su única declaración judicial, Nano Calderón desmintió a su padre, explicó por qué se sacó una foto luego de atacarlo con un arma blanca y dio a conocer un llamado telefónico desde la cárcel.
El relato del joven, y que fue revelado por Buenos días a todos, también confirma que antes de ingresar a una clínica siquiátrica -y cuando ya era buscado por la policía tras la querella de Calderón Salinas- permaneció un par de días en un domicilio de Las Condes.
"Me fui al departamento de un amigo de mi mamá, sé su nombre, está ubicado en Las Condes, a ese departamento fueron unos psicólogos y psiquiatras a verme y luego de eso yo entré a una clínica psiquiátrica", explicó el hijo de Raquel Argandoña.
Disculpas
Respecto a la comunicación con su papá, aseguró que, en primera instancia, "yo no llamé a mi papá".
"Sólo hablé con él estando yo ya recluido en la cárcel. Ahí lo llamé desde un celular que me facilitó Gendarmería y le pedí disculpas", contó.