Corte de Apelaciones revocó decisión del tribunal, que le permitía cumplir la cautelar en una clínica privada, y ayer fue trasladado al centro de reclusión. Fue aislado por protocolo Covid-19 y tendrá que estar 14 días en cuarentena.
Un nuevo capítulo se escribió en el drama que sacude al clan Calderón Argandoña, cuya amargura recayó en la Raca y "Nano", quien perdió el gallito en la Corte de Apelaciones y ayer partió rajado a cumplir su prisión preventiva en el Área de Salud Ambulatoria (ASA) de Santiago Uno.
Tras el pataleo de la Fiscalía Oriente, el tribunal de alzada puso en tabla el caso y, a las 9 horas, se dio inicio a la audiencia, la que determinaría si cumpliría su prisión preventiva en la clínica "El Cedro", Santiago Uno o se iría con arresto domiciliario, como lo pidió la defensa.
Lo cierto, es que la Novena Sala, integrada por los ministros Paola Plaza, Guillermo de la Barra y la fiscal judicial Javiera González, rechazó la solicitud del abogado, Mario Vargas, y resolvió que el hijo menor de Raquel Argandoña de la Fuente y Hernán Calderón Salinas, formalizado por parricidio frustrado contra su progenitor (el incidente ocurrió el 11 de agosto), debía cumplir su prisión preventiva en el penal concesionado.
Sorpresa
¿Y el informe psiquiátrico? ¡Tranqui! A la Corte no se le fue ni una y revisó con lupa el diagnóstico médico. Por lo mismo, en el fallo estableció que "si bien presenta rasgos de personalidad alterados, no son constitutivos de una patología mental que amerite, justifique o propicie la internación en un centro psiquiátrico de aquellos establecidos por la ley al efecto, habiendo incluso la defensa descartado la aplicación de lo previsto en el artículo 458 (inimputabilidad por enajenación mental) del Código Procesal Penal".
En la resolución, el tribunal de alzada detalló que "los altos niveles de impulsividad del imputado, sin indicadores de psicopatía, lo que incluso se desprende de la propia documentación aportada por la defensa y que se manifiesta en la concretización de los hechos delictivos, son antecedentes que conducen a estos sentenciadores a decidir que la libertad del imputado representa un peligro para la seguridad de la sociedad y de la víctima". Así de heavy.
Santiago Uno
Hernán Calderón Argandoña, quien estuvo acompañado durante toda la mañana por su madre, abandonó pasadas las 17 horas la clínica psiquiátrica, ubicada en La Reina, y llegó hasta el ASA del centro de reclusión por dos motivos: el primero, cuarentena de 14 días para prevenir contagios por el bicho; y, en segundo lugar, para someterse a peritajes psicológicos y continuar el tratamiento iniciado en el centro de salud privado.
Según funcionarios de Gendarmería, se instalará en el segundo piso de dicha unidad, al interior de un box, igualito que en los hospitales, y será vigilado por una cámara de seguridad las 24 horas para que no atente contra su vida. Habrá cortinas que lo separarán de otros reclusos y no tendrá grilletes.
A través de un comunicado, el ente penitenciario señaló que "el estricto apego de la Institución, a los Derechos Humanos de quienes están bajo nuestra custodia, nos llama a velar por el cumplimiento de lo dispuesto la Corte de Apelaciones de Santiago, resguardando la vida y la salud de imputados y condenados".
¿Y qué dijo la Raca? ¡Nada! Abandonó "El Cedro" con el taco en el acelerador y no dijo palabra alguna a la prensa, pues claramente fue un golpe directo al mentón, y esto que el camino es largo. Tal cual, pues el tribunal decretó 120 días para que la Fiscalía lleve a cabo la investigación.