Irene Cordón era la esposa del fallecido Toni Espadas, quien era parte del equipo de Francisco Saavedra y Jorge Zabaleta en Socios por el mundo.
Irene Cordón estaba casada con Toni Espadas, el guía español que acompañó a Francisco Saavedra y Jorge Zabaleta en su travesía por Etiopía que, lamentablemente, tuvo un final amargo. El fotógrafo falleció producto de un disparo a sus 54 años, mientras conducía el vehículo donde también estaban los chilenos.
Su viuda todavía no puede comprender cómo pudo suceder el ataque. “Sigo consternada. Han pasado dos semanas y la sensación todavía es que Toni volverá de un viaje”, le dijo en una conversación telefónica a LUN.
Irene reveló que apenas se enteró de la muerte de su esposo, buscó un pasaje con desesperación para llegar cuanto antes. Una vez en el aeropuerto, un amigo le avisó que “Pancho, Jorge y todo el equipo me estaban esperando. Ahí me cuadró por qué Toni siempre me dijo que era un grupo muy humano”.
La viuda de Toni Espadas y su cariño a Jorge Zabaleta y Pancho Saavedra
“No se me va a olvidar esa imagen. Estaban ahí, todos de pie. Nos acercamos y Macarena (Cerda, productora de Socios por el mundo) viene y me abraza como si fuésemos amiga de toda la vida, con un amor… Empezamos a llorar y hablar. Solo podía darles las gracias”.
Con esas palabras, Irene Cordón relató cómo fue su primer encuentro con el equipo del programa y, en especial, con Jorge y Pancho, quienes fueron las últimas personas que vieron con vida a su esposo.
En ese momento, se sentó con ellos y les dijo: “‘Necesito la verdad’. Yo estaba destrozada, pero a la vez entera. Para mí era importante saber qué pasó. Nada va a devolver su vida, pero quiero saber. Les pedí, por favor, que no escatimaran en ningún detalle y que me contaran lo que ocurrió. Jorge me lo contó en el mismo aeropuerto y todo su equipo estuvo conmigo”.
Tal fue el apoyo que, al llegar al hotel, todo el equipo de Socios por el mundo acompañó a Irene a comer.
“Pancho me daba la mano y llorábamos. Ellos conocieron bien a Toni. Vieron lo feliz que era. Me hablaron que la noche anterior fue fantástica, porque hablaron muchas cosas. (...) Eso fue el mejor apoyo que pude encontrar en esos momentos. El amor que me transmitieron fue parte del consuelo. Sé que en Chile ellos son personas famosas, pero para mí lo más grande que tienen es su corazón”.
Entonces, con mucho cariño, Irene dijo: “Si existen los ángeles, para mí son ellos. Necesitaba abrazarlos cuando supe que estuvieron con Toni en su último aliento”.
Finalmente, la esposa de Toni contó que el español fue incinerado. “Fue su voluntad, y que llevaría sus cenizas a Turni (poblado en Etiopía), donde tenía seres queridos. Y se lo debo a la tribu Hamer y a Etiopía, que es el país que más amaba. Por eso les he dicho y les digo a todos, que nunca dejen de viajar ni visitar esos lugares, porque la vida puede ser muy corta y hay que vivirla intensamente”.