Al jurado del programa de TVN esta semana lo llevaron a grabar una nota al Terminal Pesquero y Mercado Central, y acabó destrozado.
Neilas Katinas pagó con su esófago y espalda todas las malas notas que ha puesto en Rojo. Al jurado del programa de TVN esta semana lo llevaron a grabar una nota al Terminal Pesquero y Mercado Central, y acabó destrozado. Para empezar sus infortunios, en la central de pescados y mariscos le ofrecieron piures.
Le dijeron que era rico, bueno para la salud, pero lo que más le recalcaron fue el poder afrodisíaco del manjar marino. Neilas, que jamás lo había probado, hizo caso y se zampó un crudito y jugoso animalejo colorado, pensado en sus bondades lujuriosas. Pero apenas entró la bomba de yodo en su boca, esta salió volando. El rubio lo vomitó todo.
"Fue terrible. Me lo dieron crudo y lo hicieron a propósito, querían ver cómo un lituano sufre, jajajá. Tuve que ir al baño urgente", recuerda el pobre. Tras la pesadilla culinaria, vinieron otras peores. Entró a una cámara de frío y se sacó la contumelia, pues "en el suelo había mucho hielo".
Lo hicieron cargar cajas de pescados de 40 kilos que le dejaron la espalda como lana y le enseñaron a filetear pescado sin mucho éxito. En el Mercado la cosa siguió negra. Se metió a la cocina de un restaurante y se chamuscó la cara. Luego, se las dio de mozo, perdió el equilibrio y junto con los platos se fue a piso. "Fue una dura experiencia, pero lo pasé muy bien igual, jajajá. Hasta me quemé las cejas con la llama de la cocina", contó el malogrado coreógrafo.