El "Tarzán" festejó como un milagro la caída de los copos en su jungla del Maipo, sobre todo luego de tantos años de ruda sequía.
Como todo en la vida, la nieve tiene dos caras de la moneda. Aunque podría significar el riesgo de aislamiento si cae al chancho, para otros también es signo de que la Tierra está sanando, sobre todo cuando la sequía ha pegado fuerte.
En este último grupo está Pangal Andrade, quien ayer celebró que nevara como nunca en el Cajón del Maipo, trayendo consigo la esperanza.
"Hace muchos años que no se veía algo así, que yo recuerde una nevazón de esta manera a lo menos unos ocho años. A mí nunca me tocó nieve en mi casa y hace tres años que estoy viviendo ahí. Antes la nieve llegaba y se iba, caía poquito", comentó el "Tarzán" de la precordillera a La Cuarta.
- ¿Te dejó sorprendido? Es un milagro lo que está pasando encuentro yo. Recién ahora se está acumulando agua para que los arbolitos empiecen a tomar, la tierra se está mojando de verdad. Se puede salvar algo nativo, yo creo que este verano nos vamos a salvar con la cantidad de agua que está cayendo.
- El encierro nos ha enseñado mucho... Todos hemos pensado que el ser humano se guardó y la naturaleza está floreciendo, esa cantidad de aviones que pasaban por los aires dejaron de pasar y como que la naturaleza está encontrando su equilibrio nuevamente. Ahora nosotros podemos decir que está lloviendo y nevando a la antigua.
Riesgo
Pero no todo es tan bonito, ya que las fuertes lluvias traen amenazas de aluviones, situación riesgosa para los habitantes del Cajón, quienes según cuenta Pangal no están preparados para enfrentar una emergencia de ese tipo.
"Cada vez está todo más seco, antes uno se preparaba mucho más para el invierno, hacía contenciones y ahora como es todo tan raro, cada vez uno prepara menos las casas", reflexionó el deportista extremo.