El periodista bromea con su rol de "rostro" en Viva la Pipol, de Chilevisión.
Uno de los objetivos al que todo personaje que trabaja en tevé le hace ojitos es la opción de hacerse de un nombre propio, ser merecedor de una selfie con algún "civil" que lo reconozca y, por qué no, sacar algún pituto con una marca que se seduzca con su figura. Y aunque dice no ser su norte, uno que se ha ganado un rol para aspirar a esto desde el estreno de Viva la Pipol, el nuevo matinal de Chilevisión, es Nicolás Gutiérrez.
"Llevo harto tiempo en esto, 15 años ya, y mi carrera ha sido siempre paso a paso por lo que no me vuelvo loco. Hoy estoy contento porque siento que llegué a un lugar donde se pueden hacer más cosas y eso es súper atractivo", cuenta el periodista, quien tras seis años en el Matinal de CHV pasó al programa conducido por Pamela Díaz, Jean Phillipe Crettón y Felipe Vial, pero con un rol bien definido: ser el bandejero de Pamela Díaz o Willy Sabor.
"Conocía a gran parte de este equipo, sobre todo a la Pame y Felipe, con quienes había trabajado. Salir a hacer notas con Willy ha sido un descubrimiento y había nervios por este proyecto, pero la gente nos hacía saber que quería un programa más lúdico, más entretenido y liviano, cosa que tiene este programa", reflexiona el hasta ahora anónimo reportero que jura no marearse con este nuevo trabajo.
"Es rico ir ganando oportunidades y los matinales son un espacio de muchas horas, donde uno puede mostrar cosas, pero yo soy más amateur. Todavía ni pienso en asesorías o canjes y si lo pensara no sabría a quién preguntarle. No me imagino con un traje de Marrocchino, jajajá", comentó Gutiérrez, quien sí reconoce que el anhelo de seguir avanzando sigue presente: "Siempre el sueño es tener tu propio programa o ser la cabeza de uno. Es una idea que todos quienes trabajamos en la televisión tenemos", remató.
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