Española se sinceró y acusó a la prensa de farándula de generar un sufrimiento innecesario tras el rompimiento.
Este sábado Gala Caldirola será una de las famosillas que estará presente en un nuevo episodio de La Divina Comida, donde compartirá junto al humorista Charola Pizarro, la tenimesista Tania Zeng, y el relator Claudio Palma.
Y en medio de las distintas conversaciones, saldrán a las luz los complejos momentos por los que atravesó en el último tiempo la chica reality, quien actualmente se encuentra en ¿Ganar o servir?, que justamente se estrena este domingo en Canal 13.
Por ejemplo, en una de las cenas se sincerará y contará la verdad sobre su decisión de dejar Chile y regresar a España.
“La verdad es que el dónde vivir ha sido un tema para mí, porque os va a sonar extraño, porque yo no soy chilena de sangre, pero yo me siento muy chilena de corazón”, relatará de entrada.
Enseguida, revelará que “yo me fui hace medio año a España, me fui porque la verdad es que llevaba mucho tiempo fuera de mi país, lejos de mi familia, y la verdad es que me fui a recibir un apapacho en el alma. Me estuve sintiendo un poco mal el último tiempo, no tuve una buena etapa, he pasado por una de las peores etapas de mi vida (...) Me sentía como desamparada un poco, entonces dije ‘lo que necesito es volver a casa’”.
Pregunta al hueso
Tras cartón, Claudio Palma meterá la cuchara y le consultará sobre la ola de cahuines y rumores relacionados con su vida sentimental.
“Me involucraron como en ocho relaciones que no eran ciertas”, aclarará. Incluso, el relator de TNT Sports recordará lo ocurrido con su quiebre con Mauricio Isla, a quien también vio pasarlo mal tras el rompimiento.
“La prensa y la farándula generó mucho más sufrimiento del que del que en realidad existía, porque nosotros cuando nos separamos fue todo como en mucha armonía, pero después empezaron a buscar. No podían entender que un quiebre podía haber sido en armonía”, planteará.
Por último, reconocerá que “llega un punto en el que obviamente, una se siente mal porque te denigran, te atacan, te juzgan, y ni siquiera saben por lo que uno está pasando (...) Yo creo que en los últimos seis meses he llorado más que en toda mi vida”.
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