“La cocina tiene una gracia: es tan noble que nos trata a todos por igual”, señaló el actor.
En el reciente capítulo de La Divina Comida, Álvaro Morales habló sobre su cariño por la cocina y reveló el momento en el que decidió lanzarse y dedicarse a su otra pasión.
Junto a Javiera Acevedo, Patricio Mejía y María Elena Duvauchelle, el actor abrió las puertas de su casa y conversó sobre distintos momentos de su vida.
El actor de 53 años, reconocido por su trabajo en teleseries clásicas como Sucupira, Romané o La Fiera, se refirió a su faceta como cocinero. Cabe mencionar que en 2021, fue uno de los participantes de El Discípulo del Chef.
”No es que me retiré de la tele. Uno no se retira siendo actor. Los oficios son así pertenecen a tu vida más íntima. Te representan a ti como persona. A mí me gusta la cocina hace mucho tiempo”, confesó.
En esa misma línea, reveló que “tenía a mi mejor amigo, que en paz descanse, murió de cáncer. Y él tenía un restaurante bien famoso que se llamaba De Cangrejo a Conejo”.
“Y ese proyecto lo partimos juntos, por el hecho de que siempre estaba ahí, cachaba la cocina, me gusta mucho. Nuestro sueño era que, en algún minuto, nos íbamos a dedicar a cocinar”, señaló.
Sin embargo, no pudieron cumplir ese sueño juntos, por lo que actor contó cuándo decidió que era el momento para hacer lo que le apasionaba.
“Ya después de que se murió, se juntaron varias cosas. Cumplí 50 años también y dije ‘no voy a esperar más’. Y me lancé. La cocina tiene una gracia: es tan noble que nos trata a todos por igual. Y por eso nos deja más cerca de la felicidad”, concluyó.
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