En tiempos pasados hablar de Matilde Bonasera, por lo general, iba acompañado de un escándalo farandulero, pero todo eso quedó atrás para la argentina, quien actualmente vive en Iquique con Randy Gallegos, su pareja, y el pequeño Kilian, el hijo que llegó para darle un vuelco a su existencia.
Matilde asegura que el ser mamá le ha hecho replantearse la vida y, según sus palabras, meditar mucho más cada una de sus decisiones. "Antes no pensaba mucho las cosas que hacía, ahora las pienso 10 veces, pues sé que pueden afectar a mi hijo".
En cuanto a si existe algún grado de arrepentimiento de lo hecho y dicho en sus tiempos de farandulera, Bonasera, que mañana cumple 30 años, dice que no echaría pie atrás en ninguno de sus actos. "No me arrepiento de nada de las cosas que hice, quizás mirando desde la madurez las haría de otra forma".
Tomando en cuenta lo criticada que fue en sus años cuando no dejaba títere con cabeza, la ahora madre reflexiona sobre lo que le sacaban en cara. "Me pongo en el lugar de las personas que alguna vez me criticaron, o que se sintieron afectadas por cosas que dije y las entiendo, pero siento que no tengo que pedirle perdón a nadie".
No hay perdón
Pese a su discurso más calmo, insiste que ella fue parte de varios enredos, pero no la única responsable. "Sus razones tuve para hacer lo que hice, quizás no fue la manera, pero creo que todo también estuvo un tanto maquinado por los medios. En ese entonces servían las peleas y los cahuines. Los que estaban en estos shows, estaban por algo y tenían claro cómo jugar sus cartas", analiza.
- Y ese platinado por el que te hiciste conocida, también lo dejaste atrás.
Nunca más volvería a ese color que usé en algún momento. Nunca me gustó, incluso tengo que decir que lo ocupaba para ser como la imagen de argentina, pero prefiero mi rubio natural.
Actualmente Matilde tiene varios trabajos y en diversas áreas: "Sigo haciendo eventos, he realizado campañas políticas, estuve a cargo de la vedetón aquí en Iquique, y varias otras cosas. Aparte como soy masoterapeuta me puse a trabajar en el centro de medicina estética Saez".