La psicóloga mostró lo mucho que le dolió dicha prueba.
Hace un par de días, les contábamos que Marcela Vacarezza criticó a la hija de Fernando Atria tras polémica con Renato Garín.
Si bien Atria se disculpó públicamente con Garín por los hechos de su hija Antonia, algunos usuarios de Twitter le bajaron el perfil al reclamo del constituyente.
Uno de ellos fue el cientista político Alfredo Joignant, quién señaló que “me van a perdonar, pero esta polémica que armó Renato Garín sobre un cumpleaños que tuvo lugar en casa de Fernando Atria es de la peor especie: es irrelevante”.
Sin embargo, el tweet fue respondido por Vacarezza, quien criticó duramente a la joven por el video.
“Hay ‘tonteras’ y ‘tonteras’ que tienen harto de trasfondo. Si lo hiciera un hijo mío no lo minimizaría porque no me parece adecuado desde ningún punto de vista. Es “masacrar” a alguien y eso no se hace ni se justifica en “tontera”. El bullying no es una tontera juvenil”, replicó la psicóloga al profesional.
“Odio este examen de mier...”
Sin embargo, ahora Vacarezza vuelve a la paletra tra compartir un particular descargo en sus redes sociales sobre la rutina instaurada por pandemia del Covid-19 y los exámenes PCR
A través de su cuenta de Instagram la esposa de Rafael Araneda compartió un video en el que se realizaba un examen PCR a bordo de su automóvil, evidenciando la molestia que suele causar en la nariz el testeo.
“Odio este examen de mier... Aunque me lo pasan para hacérmelo yo misma soy responsable y me duele igual”, confesó mientras sus gestos hablaban por sí solos, evidenciando el dolor que sintió en pleno hisopado.
También se tomó su tiempo para referirse a la división de opiniones en el live, en el que notó algunos que claramente le llamaron la atención.
“Según sus comentarios no es mi afán polemizar si está o no bien hecho”, inició Marcela Vacarezza al hacer mención a cómo se realizó el test.
Es ahí cuando detalló que los autotest le permiten hacer la prueba de forma oral o nasal, pero en otras ocasiones, “por ambos” lados. De todas sus experiencias, “solo en Chile me lo han hecho hasta el cerebro”, recordando su sensación cuando estuvo en el país hace unos meses atrás.