La dramática escena tuvo a la monja contándolo al protagonista toda la verdad, desde que quedó embarazada hasta que dio al retoño en adopción.
Hace ya varios capítulos que se avecinaba una dura verdad en La ley de Baltazar (Mega): la hermana Margarita (Amparo Noguera) es la madre de Lucas (Francisco Dañobeitia), el joven médico que llegó a Cochamó con la esperanza de conocer a sus padres.
Resulta que todo ocurrió hace ya muchos años, cuando la monja tuvo una “profunda crisis vocacional”, lo que derivó en un íntimo encuentro con su enamorado eterno, Baltazar (Pancho Reyes). Ella decidió no contar su embarazo y dio a la guagua en adopción.
Pero ahora todo se destapó, luego de que ella finalmente le contara toda la verdad.
En un principio él no le podía creer. “Me estás leseando”, comentó, y luego agregó que “no es difícil de entender, ¡es imposible de entender!”.
Ella le empezó a contar y rápidamente él se exaltó, y le preguntó “¿dónde está?”, “porque es algo que yo debería haber sabido hace 30 años atrás”.
“Traté de decirte hace 30 años atrás, pero no pude”, le contestó ella. “Cuando lo iba a hacer me dijiste que ibas a volver con Paula, con mi hermana, sí, porque ella estaba embarazada y porque ustedes se querían dar una oportunidad”.
“Lo único que tenías que decirme era que teníamos un hijo juntos”, lanzó él. “Lo que decidiera después era problema mío”, pero “me dejaste fuera” y “tenía derecho a saber y me quitaste ese derecho”.
Luego ella le contó que había dado en adopción a aquel retoño. “¡Regalaste a nuestro hijo!”, contestó él. “¡No lo regalé, no lo regalé!”, replicó la monja. “Yo sé que le dieron una vida feliz”.
“¡Tú no sabes lo que yo sentí!”
Acto seguido, procedió a revelarle que era el Lucas aquella criatura en cuestión, el mismo que se ha hecho amigo de Gabriel (Simón Pesutic), el hijo menor de Baltazar. “Estuvo en mi casa hace unos días, contándome que andaba buscando aquí a sus padres biológicos... y yo ahí, frente a él, mirándolo a sus ojos, como un estúpido”, lanzó él.
“Tú eres la mujer a la que más he amado en toda mi vida, la persona en que más confío, y me hiciste esto”, declaró Baltazar de pronto. “Sabías que si me lo contabas yo me iba a vivir contigo a criar juntos a nuestro hijo, a tener una familia contigo, que es lo que siempre he querido hacer”.
Luego, llegó el momento de tomar el camino a seguir: “No más mentiras, Margarita, se acabó”, declaró. “¿Qué van a decir mis sobrinos cuando sepan que su tía monja tuvo un hijo con su papá?”, se preguntó ella. “Imposible de entender”.
Baltazar escuchó los argumentos de Margarita respecto a la decisión que tomó: “¡Tú no sabes lo que yo sentí! ¡Tú no sabes el miedo que tuvo, lo sola que estuve!”.
Tras un instante de silencio, él contestó: “Ojalá... que tu Señor te perdone”, y se fue.
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