La ácida opinión de Vasco Moulian: "Tolerancia y diplomacia matinal"

Durante el "Bienvenidos" de ayer, se sostuvo un diálogo, vía telefónica, con el diputado Florcita Motuda. Los animadores Tonka Tomicic y Martín Cárcamo, junto a los panelistas del matinal, fueron para mi gusto extraordinariamente "diplomáticos" de lo que hubiera sido cualquier persona al escuchar el nivel de argumentos y razones dados por el cantante-parlamentario.

Esto habla bien de ellos, están a cargo de un programa de televisión donde debe existir la compostura y un diálogo medianamente civilizado. Lo que es yo, hubiera perdido la paciencia rápidamente por el poco manejo de información de un Diputado de la República y el nivel de sus respuestas, francamente de nivel escolar...básico.

Mi reflexión es ¿con qué criterio estamos eligiendo a nuestros políticos, ¿le tomamos el peso cuando estamos encerrados en la urna, sin que nadie nos esté mirando ni influyendo en tan importante decisión?

O lo pregunto desde la otra vereda, ¿los candidatos le toman el peso a lo que significa realmente ser diputado, senador o cualquier cargo político importante?

A veces creo que no. A mí me gusta y me apasiona la política, la política de verdad, cuando ves a los tipos (as) luchar y jugársela por completo por sus ideales y convicciones por un Chile mejor. Puedes estar de acuerdo o no con lo que representan, pero sabes que lo están haciendo por el progreso de todo un país.

Para ser honesto, no me gustaron tus argumentos en el matinal, Florcita Motuda, no cuando dentro de una conversación importante como es el tema de Chile y Bolivia, escucho de tu parte decir: "Oye, yo soy sencillamente un cantante que está en el Congreso..." o "Yo te digo que con el Monstruo de Viña estoy curado de espanto para cualquier cosa". Me saco el sombrero realmente por la paciencia del equipo del "Bienvenidos", no me hubiese aguantado decirle varias cosas...

Para rematar, el dialogo telefónico termina con la "frase para el bronce" del diputado: "Oye, aló, quiero que le manden saludos a mi hija Olivia, que se iba a llamar Bolivia (se ríe)". ¡Un circo!

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