Orgullo de padre...

Había una vez un pequeño adolescente de 14 años que ingresó al 13 a participar de un proyecto llamado "Amango". Tal fue su desempeño, su talento y la buena recepción del público que hoy, después de 12 años, lo vemos triunfando en lo que se le ponga por delante. Es un gran artista, integral. Su carrera ha sido siempre ascendente, incluso estuvo una temporada en Argentina donde se lució como actor, cantante y bailarín.

Es de esas personas que uno no puede dejar de tenerle un cariño paternal, porque me tocó trabajar con él en sus comienzos, cuando era un niño, un diamante en bruto. Tengo esa sensación de orgullo, igual que se tiene con los hijos. Me da gusto verlo empoderado, resuelto y grande.

Hoy es parte de la nocturna de Mega "Juegos de Poder". Interpreta a Benjamín Bennet, un antagónico realmente detestable. Su personaje es un estudiante de Derecho, egoísta, sin límites, turbio, bastante psicópata diría yo, que lo único que quiere es captar la atención de su "tío", el candidato a la presidencia Mariano Beltrán, que en verdad es su padre. En un rol muy distinto a los que estaba acostumbrado a realizar, podemos ver lo multifacético de Augusto. Su papel está tan bien logrado que realmente genera repulsión en la audiencia, y eso, lo único que hace es confirmar el buen trabajo que está haciendo en la actuación.

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