Pablo Herrera se sinceró y recordó complejo momento por su adicción al alcohol: partía tomando a las 7 de la mañana

“Yo cuando chupaba era de tener una botella de vodka en el velador”, reconoció.

Durante la noche de este martes, Pablo Herrera se dejó caer en el programa Tal Cual, de TV+, donde habló de diversos temas relacionados tanto con su vida profesional como privada.

Por ejemplo, el controversial cantante recordó los problemas que tuvo con la adicción al alcohol que enfrentó en un momento de su vida, el cual se extendió durante aproximadamente 15 años.

“Yo chupaba mucho. Yo cuando chupaba era de tener una botella de vodka en el velador. Y partía a las 7:30 de la mañana con mi vaso de vodka y me sentía feliz”, expuso en el programa de conversación conducido por Raquel Argandoña y José Miguel Viñuela.

En ese momento, la comunicadora quiso saber cuándo se dio cuenta que debía hacer un cambio en su vida. “Curiosamente dejé de tomar antes que me dieran el ACV. Yo creo que esa cuestión hizo que me dieran la ACV, no se me licuaba la sangre”, relató.

“Me había tropezado a la entrada de mi edificio, me había, te juro, partido la cabeza. Yo creo que tenía que ver con eso, y fumaba tres cajetillas diarias. Estaba entero pedido”, se sinceró.

Reveló cómo salió adelante

Pero eso no es todo, pues luego apuntó a las razones que lo impulsaron a tener una mejor calidad de vida. En eso, sus hijas fueron fundamentales.

“Se aburrieron de pasar vergüenza y uno miente po'. Cuando uno está metido en la tontera, miente para darse este placer estúpido y hoy día soy inmensamente feliz”, planteó.

En ese contexto, también contó que probó los pellets en al menos seis ocasiones. “Te ayuda como un año o menos, y después tú empiezas a probar si te sientes mal. Lo que me ayudó mucho fue la ayahuasca, que lo he contado, en la selva del Perú”, dijo.

Las confesiones de Pablo Herrera

Incluso, sostuvo que fue en medio del consumo de dicho alucinógeno que logró darse cuenta de por qué tomaba a diario. En concreto, recordó algunos episodios de violencia que sufrió cuando sólo era un niño.

“Familia con alcohólicos, tampoco tenía por dónde escaparme”, agregó. Eso sí, admitió que tampoco “debo ser ingrato, aparte de las desgracias que cometí, perdí mucho tiempo. Quizás mi carrera hubiera sido más brillante, no lo sé”.

“Tengo historias que si no hubiera estado en ese estado, no las hubiera tenido nunca en Chile y en muchos países del mundo. En Nueva York caminando solo por la 42, Yo viví en Los Ángeles, en Washington me daba valor pues entonces hacía todas las cosas”, reflexionó.

Por último, admitió que todavía es alcohólico, pues nunca se deja de serlo, aunque actualmente está sobrio y rehabilitado. Y si bien de vez en cuando prueba algún trago, aseguró que ya no le dan ganas de tomar alcohol.

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