Un duro remezón generó en todo el mundo la inesperada partida de Anthony Bourdain, famoso chef estadounidense que dejó de existir este viernes falleció a los 61 años de edad.
Y cómo no, si el capo de la cocina tenía miles de kilómetros en el cuerpo y gracias a su pasión, la cual lo llevó a recorrer cientos de países. De hecho, en 2009 estuvo en Chile y visitó los lugares gastronómicos más emblemáticos de nuestro país, con el fin de mostrarlo en "Sin Reservas", reconocido programa culinario.
Y en esa onda, quien no le perdió pisada a Bourdain fue Pablo Hunneus, escritor que se transformó en el anfitrión de algunas de sus visitas en Santiago y en Puerto Montt. Incluso, estuvieron en algunos cafés del centro de Santiago.
"Me tocó acompañarlo en la Fuente Alemana y también recorrimos los cafés de calle Ahumada, pero no los con piernas. Estaba muy interesado en ir al Café Caribe. Quería saber cómo se comportaba la gente en Chile alrededor de una taza de café", confesó Hunneus a LaCuarta.com.
Además, el también sociólogo contó cómo fue el paso de la figura mediática por el sur. "Lo llevamos a comer curanto. Era un hombre encantador, un hombre de trabajo. Escribía muy bien de comida. Tenía una llegada y una comunicación especial con la gente", agregó.
Pero eso no es todo, pues también recuerda la sencillez de Bourdain y también lo que generaba en las personas con las que compartía. "Era un hombre muy divertido. Entretenido. Trabajador manual. Se destacaba por eso. Fue memorable su visita porque era muy querido por el público. Yo iba a la Fuente Alemana siempre, nadie me veía. Sólo me conocieron cuando fui con Bourdain. Era un hombre real", confesó.
Por último, el escritor también contó cuál fue la comida que más disfrutó el chef durante su estadía en el país. "Quedó fascinado con el lomito y el curanto. Sobretodo el curanto, lo encontró fantástico", reveló.
"Tengo mucha admiración y compañerismo con él. Lamentablemente es otra víctima de la droga alcohólica, la que al final se transformó en algo adictivo", remató.