La animadora de CHV hasta se atrevió a subir un cerro para eliminar los 3,5 kilos que acumuló en el encierro. Eso sí, admitió que cuando se ejercita lo hace "enojada" y descartó que sea el amor el que la motiva. "Si me miro al espejo y hay un rollo en la espalda, es suficiente", indicó.
Aunque Pamela Díaz aún tiene una fuerza volcánica en su mirar y está lejos de dejar "pisadas de fuego al andar", lo cierto es que dentro de algunos meses se convertirá en una señora de cuatro décadas. Para ser precisos, cambiará de folio en febrero. Sí, justo para ese "verano sin polera", la frase que más se repite hoy.
Por eso, la animadora de CHV está en esta sintonía con aquello y se puso full ejercicio, si hasta se motivó para subir un cerro en el Parque Natural Aguas de Ramón. Esto, por cierto, resultó extraño, pues la "Fiera" reconoce ser más floja que la mandíbula de arriba. Y ojo, que tuvo uno que otro inconveniente y hasta se le extravió la brújula.
"El cerro es tan lindo, hay cascadas, ves a los animales. Claro que nos perdimos y fuimos a la cresta del mundo. Lo que sí, el cerro está muy mal señalizado, si te llegas a perder, jodiste. Hay que ponerle ojo a eso. Pero fue espectacular y por suerte me tocó frío el día, porque a la hora que hace calor, todavía estoy tirada allá", comentó Díaz.
Este esfuerzo de la Pame no sólo tiene que ver con estar apolínea y sana, ya que también tiene una meta. "Odio ir al gimnasio, dije que a los 40 años voy a estar marcada, con el medio cuerpo y para allá voy en febrero", explicó el rostro de CHV, que también ha estado incursionando con el pedaleo y las rutinas.
"Cuando partió el tema de la pandemia venía bien físicamente, estaba mina, mina, mina. Y subí tres kilos y medio entre el asado con mi mamá, las juntas con amigas, que el Zoom, que la cuestión, terminaba tomando ene y me alimentaba a pura chanchería, pero dije que algún día tengo que volver. Le arrendé una bicicleta a Fabricio de su gimnasio y empecé a entrenar con Camilo Huerta", agregó.
- Pame, siempre has dicho que no te gusta entrenar...
Me carga hacerlo en mi casa, en el gimnasio, en un cerro, donde sea. No me gusta, no me agrada, no voy feliz, voy enojada. Sé que es buena para la salud, que es bueno verse bien y estar bien, pero me carga. Y cuando me motivo me da la locura, si yo soy media falladita. Entonces, entreno, entreno y entreno.
- ¿Y esta vez el amor habrá influido?
¿Tú dices si el amor me motiva? Yo tengo un temita, nunca me ha motivado alguien para hacer deporte. Si me miro al espejo y dijo 'me salió un rollo hasta la espalda' o 'no me veía bien en tele', con eso es suficiente.
- La alimentación también es importante, ¿sigues con el código Petaccia?
Lo empecé la semana pasada. Como ya lo entiendo, lo hago una o dos semanas, y después como algo rico. Así voy haciéndolo.
La Cuarta se contactó con el ex "Yingo" para saber qué tal es la Pame como alumna, y al respecto opinó que "ella es un poco dispersa, pero muy entretenida, se pasa rápido la hora de trabajo, porque se hace ameno el entrenamiento. No le gusta entrenar, pero lleva tanto tiempo haciéndolo que es su rutina".