La destacada humorista habló de su próxima presentación en Gran Arena Monticello con una rutina que, confesó, hizo cambiar su forma de hacer reír y que la llevó a recorrer rincones del país que no suelen contar con este tipo de shows. En una conversación con La Cuarta nos explicó en qué momento está de su carrera y por qué no quiere volver a realizar festivales.
Tras consolidar su carrera después de su triunfal paso por el Festival de Viña del Mar, la comediante Pamela Leiva presentará su show “Sólo para Nosotras” el próximo viernes 16 de agosto en Gran Arena Monticello.
La reconocida humorista ha recorrido los rincones del país con este nuevo espectáculo, exclusivo para mujeres, el que promete un viaje de emociones, con risas, canto y baile.
Una idea que comenzó en medio de una crisis hace dos años, ya ha logrado cautivar a más de 10 mil mujeres en lo que va de ese 2024. Y trajo consigo también un importante cambio en la manera en la que la comediante buscaba hacer reír al público.
En una conversación con La Cuarta, Pamela Leiva nos habló sobre su show “Sólo para Nosotras”, nos explicó por qué decidió hacer una presentación exclusiva para mujeres y también entregó los motivos por lo que no quiere volver a presentarse en un festival, por ahora.
-Este próximo viernes 16 te vas a presentar en la Gran Arena Monticello con tu show ‘Sólo para Nosotras’, cuéntame un poco, ¿de qué se trata esta presentación?
-Es un show sólo para nosotras, un show como así lo dice el nombre, exclusivo para mujeres, donde viajamos por distintas emociones durante el espectáculo y vivimos una fiesta al final del show. Estamos preparando algo especial para las hermanas que vayan a ir este 16 de agosto. Es como un hito, porque la verdad es que este show nació desde la necesidad misma, hace dos años atrás casi. Y el poder llegar a un escenario tan bonito como el Gran Arena Monticello y lograr reunir 4 mil mujeres, de verdad que yo siento que es como un hito. Y habla de lo bonito que ha ido creciendo este show.
-Me decías que esto nació desde la necesidad misma. ¿A qué te refieres con eso?
-Sí, porque yo estaba en el año 2022 viviendo como una crisis. Me costaba mucho la convocatoria de gente a los shows. Era difícil la venta de entradas. Entonces, yo me planteo ver qué puedo hacer para llevar más gente a los shows. Ahí nace la idea de empezar a hacer shows los domingos a la hora de almuerzo en el Teatro Palermo, pero tienen que tener un concepto. Y dije ‘bueno, vamos a hacer un show que sea solo para mujeres, en un horario ideal, un día domingo a la hora de almuerzo’. Para muchas es más fácil, las que son mamás, encontrar que les vean los niños a esa hora, que quizás un sábado en la noche. Fue ahí donde nació el show. Y fue muy bonito porque van generaciones, o sea, familias enteras. Se juntan tres generaciones para ir a ver el show..
-Otro detalle que es interesante de este show es que es exclusivo para mujeres. ¿Por qué lo pensaste de esa manera? ¿Por qué lo quisiste así?
-Porque sentía que los temas que quería hablar eran temas que tienen que ver con mis propios procesos. Con mis propios cambios, con mis propias inquietudes, dudas, cuestionamientos, que tienen que ver mucho con el ser mujer, cómo yo veo la vida, los mismos cambios que he ido viviendo. Y sentía que esos temas tenían que ser hablados en un espacio seguro donde hubiéramos solo mujeres, que íbamos a lograr empatizar con lo que yo estaba hablando. Y la verdad es que no me he equivocado. La energía que tiene el ‘Solo para nosotras’ es muy bonita. De verdad que se da una unión. Yo creo que la competencia entre las mujeres ha sido algo que se nos ha metido como sociedad, que se ha hablado mucho. Pero la verdad es que no, es que yo siento que las mujeres sí nos ayudamos, sí nos apoyamos. Y yo lo veo en los shows, como a veces han quedado temas expuestos y todas se dan un abrazo, se acercan a la persona que contó su historia, y se dan ánimo, se dan fuerza. Y eso es bien bonito.
-También al hablar de este show mencionaste que ‘cambió tu forma de trabajar y de hacer reír’. ¿A qué hacías referencia con eso?
-Sí, porque yo antes me hacía mucho auto-bullying en los shows, en las rutinas. Y la verdad es que eso iba en contra de todo lo que yo estaba trabajando en mí misma. Entonces, fue en ese show que yo tomé conciencia y dije ‘yo tengo que dejar de tratarme tan mal, o de burlarme aunque sea en pro del show’. El ‘Sólo para Nosotras’ me llevó a esa conciencia de la palabra, de dejar de tratarme tan mal o de burlarme de mí. Que podía seguir haciendo reír para que la gente se riera conmigo y no que nos riéramos de mí. Eso fue un trabajo bien profundo que me tocó hacer, que la verdad siempre fue mi forma de hacer reír, yo tirándome abajo. Cuando me di cuenta de eso fue como ‘no po’, no quiero seguir en esto porque va en contra de todo lo que yo estoy trabajando internamente’.
-En redes sociales mencionaste que con este show recorriste varias partes del país, que hiciste 72 presentaciones, de las cuales 69 estuvieron agotadas y más de 10 mil mujeres asistieron. ¿Qué se siente para ti poder llegar a tantos lugares con tu humor?
-Ay, me emociona mucho, de verdad. Es muy bonito, porque algo que me dejó el verano, que tuve la oportunidad de recorrer hartos festivales, es que en muchas localidades no pasa nada, no va nadie. No hay una obra de teatro, no hay un café concert, no hay un concierto, no hay un espectáculo. Que el único acceso que tiene la gente a alguna diversión, a alguna entretención, es cuando se hacen estos festivales del verano, donde las municipalidades tratan de tirar toda la carne de la parrilla para entregarle un show bonito a su gente. Pero la verdad es que en muchos lugares no pasa nada.
“Y para mí poder llegar a lugares donde no va nadie, eso ha sido muy, muy bonito. Por ejemplo, las niñas de Porvenir me decían, ‘Pame, qué bacán que viniste, que no viene nadie, de verdad, como que nunca viene nadie a hacer nada acá’. Ahí se agotaron las ventas super rápido, porque de verdad era como, por fin tienen algo para ver distinto, y lo aprovechaban. Eso ha sido muy bonito. Y mis ganas es seguir recorriendo Chile. Aunque a veces no encontremos lugares muy grandes, quizás donde caben tantas personas, pero ahí también hay un esfuerzo de nosotros, de quizás hacer doble función. Y da lo mismo que a lo mejor la recaudación no sea lo mismo que en un teatro de 300 o 400 personas. Pero para mí lo importante es llegar a ese público, más allá de lo demás. Y recompensar con otros que sean más grandes. Por ejemplo, hicimos en Frutillar dos shows en un lugar donde eran 50 personas. Pero era ‘no importa, hagámoslo igual’, sí, al final en otro lugar compensaremos. Quizás sean menos personas, pero no por eso vamos a dejar de hacer un show ahí”.
-Es difícil dimensionarlo para alguien que vive en Santiago, que aquí tiene todo, y que realmente hay sectores en donde estas cosas no existen.
-Es súper centralizado. Y cuando llegan a las regiones, llegan como a las capitales de las regiones. Concepción, Temuco, Punta Arenas. Pero hay lugares en que para las personas, aunque vivan en la Patagonia, aunque vivan en el sur, llegar a Temuco son dos horas, una hora y media, y que la noche es compleja. Entonces cuesta que puedan ir, porque ya no está solo el gasto de la entrada, sino que el traslado, el tiempo. Es difícil. Yo diría también que creo que la gente tiene el derecho a pasarlo bien, y tiene el derecho a poder elegir si quiere ir a ver un espectáculo. También abrir nuevas plazas para que los otros colegas también se entusiasmen y vayan. Ver que hay un público que está deseando ver el show y que se dan las condiciones para uno poder llegar, si armas rutas y todo. De verdad que se puede ir a varios lugares que no están a veces en el mapa de los shows.
-El año pasado realmente fue tu año después de tu exitoso paso por el Festival de Viña, ¿cómo sientes que ha cambiado tu vida como comediante después de pasar por la Quinta Vergara?
-La gente ha querido ver más mi trabajo y eso ha sido muy bonito. El poder ver que la gente quiere ir a ver un show, que está dispuesto a pagar una entrada. También como el respeto un poco como de los colegas, bueno, más que de los colegas que ellos siempre me han apoyado mucho en mi trabajo. Los que han estado antes de mí, pues Pedro (Ruminot), Alison (Mandel), Sergio (Freire), Maly (Jorquiera, la Chiqui (Aguayo), ellos siempre me han apoyado mucho. Pero creo que cambió como el decir ‘oye, esta niña que venía a un reality, mira cómo evolucionó y en lo que se transformó’. Eso ha sido muy bonito, como que la gente ha reconocido la historia y la trayectoria que yo he recorrido para llegar acá. Y lo otro se ha traducido también en los shows, la venta de tickets, como la gente se ha interesado por verme y por verme en vivo.
-Pasa mucho con la gente que va a realities, que se queda como con ese estigma ex chico reality, como que es un poco mal visto que vengan de un reality. ¿Te pasó también, te puso alguna especie de ‘traba’?
-Más que traba, como que la gente dice ‘pero, ¿haces reír?’. Como que siempre el concepto de chico reality es medio negativo, que yo no lo encuentro nada negativo, yo creo que cada uno sabe sus motivos para entrar en un reality y el provecho que le puede sacar a la experiencia. Incluso, todavía me siguen diciendo ‘chica reality’, muchas veces. Yo la verdad siento que no, que a lo mejor tocaba un poco más demostrar que sí podía hacer reír, que sí había talento. Bueno, no necesariamente toda la gente que entra a un reality tiene que ser talentosa, ahí lo que destaca es la personalidad. Si tienes algún talento es bacán, pero no necesariamente, con que tengas una personalidad entretenida, yo creo que ahí eso es lo que marca la diferencia, si al final los realities son de convivencia. Como que esto me pasó, como el tener que decir ‘sí, yo aparte de estar en un reality, sí puedo hacer otras cosas’. El ser una chica reality no quiere decir que uno no tenga talento, o que uno no pueda evolucionar a hacer otras cosas. Yo le sacaría esa connotación negativa de ser un chico reality, encuentro que es como un trabajo más.
-Hace un tiempo dijiste que ya no querías hacer más festivales pero, ¿sigues pensando lo mismo?
-Sí, por ahora sí. La verdad es que siento que es complejo el escenario para los comediantes en los festivales. Existe esta costumbre de pifiar a la gente. En general, debo decir que veo que los hombres son los que más comienzan con las pifias, que las mujeres. Nunca he sentido que una mujer parta con una pifia. Y se da que en estos escenarios masivos, en estos espectáculos masivos, muchas veces son de larga espera, también otras veces hay mucho alcohol entremedio, donde hay dos artistas y que probablemente nadie, o muy pocos, van a ver al comediante. Se genera como una suerte de circo romano, al cual yo hoy no tengo ganas de seguirme exponiendo, porque, si bien es cierto, en muchos festivales me fue bien, la ansiedad que me daba antes de subirme al escenario, es algo que no era agradable. Es muy distinto a la ansiedad que te da antes de un ‘Sólo para Nosotras’, en un teatro donde la gente paga una entrada por ir a verme. Es muy distinta esa ansiedad. Más encima que hoy día con el tema de las redes sociales, que te graban un video y lo suben, esa ansiedad que te da, de decir ‘concha la lora, ¿me irán a pifiar?’. No es rico subirse al escenario así, no es agradable, no lo pasé bien. De verdad, hasta me volvió la psoriasis, hace rato no tenía un brote de psoriasis. Terminando el verano quedé con una plaquita de psoriasis.
“Yo la verdad creo que hoy día no, no tengo ganas de esa ansiedad que me da subirme a un escenario cuando no están las condiciones o cuando la gente no me va a ver a mí. Hoy día puedo, gracias a Dios, tengo la posibilidad de poder elegir y decir ‘¿saben qué? en estos escenarios prefiero no exponerme’. Ya me pasó, me pasó con Longaví, que ahí para salir del paso agarré a chuchas al caballero que estaba pifiando (risas)”.
-Y salió en todas partes también
-Claro y mucha gente me apoyó, de hecho, hay gente ahí mismo en Longaví me apoyó, pero también trae otra gente que no le parece. Y ese juicio público que da el aparecer con algo así en redes sociales, tampoco es algo a lo que me quiero ver expuesta. Creo que hay que estar en los zapatos de uno para saber lo que se siente que pase algo así. Estar debajo del escenario y gritarle a alguien que está solo arriba, pareciera ser fácil para el que está abajo, pero para el que está arriba del escenario es una situación compleja, compleja en el minuto. Entonces no tengo ganas de exponerme a algo así la verdad
-Después de triunfar en grandes escenarios ¿en qué momento de tu carrera sientes que estás ahora?
-Yo creo que un poco el año pasado fue como la cosecha, la cosecha de muchos años, un momento que yo estaba esperando. Hoy día es como seguir aprovechándose de lo que coseché, con todas esas semillitas que quedaron, volver a sembrar para poder seguir cosechando. Hoy día es fidelizar a mi público, seguir entregándole contenido. Siento que las redes sociales, sobre todo para nosotros los comediantes, nos vinieron a cambiar todo, en particular a nosotros. Antes con montar un espectáculo bastaba, con hacer un lindo show y con toda la publicidad que te traía el Festival de Viña, uno podía seguir generando ingresos durante harto tiempo. En las redes sociales, todo es mucho más inmediato, todo dura menos tiempo. O sea, tú cachai’ que hoy día sale un disco y un disco dura un rato sonando y ya se olvidó. No era como antes, que los artistas tocaban un disco y el disco duraba años. Hoy día con las redes sociales, todo es mucho más inmediato y nos ha obligado también a nosotros a generar contenido. En eso estoy, fidelizando al público, creando contenido para entregar a la gente y generar esta comunidad.
Las entradas para la presentación de Pamela Leiva en Gran Arena Monticello están disponibles a través de Topticket.