Pancha Merino destruyó a los hombres chilenos por su desempeño en la cama: sorprendió con íntima revelación sexual

“Yo gracias a Dios me llegó un italiano”, agregó en alusión a su pareja, Andrea Marocchino.

“Hay excepciones, pero contadas con los dedos de una mano”, sostuvo la actriz, quien descolocó a Raquel Argandoña y José Miguel Viñuela con sus dichos.

Una sincera charla tuvieron esta semana Pancha Merino, Raquel Argandoña y José Miguel Viñuela en uno de los recientes capítulos de Tal Cual, programa de conversación te TV+.

En la ocasión, la actriz quiso hablar sobre la atracción más allá del sexo, tema que puso sobre la mesa y que generó un interesante debate entre los presentes en el estudio.

De hecho, fue en ese minuto cuando la panelista compartió una serie de reflexiones al respecto. “Yo les voy a dar un buen consejo, el primer tipo de atracción es la sexual, eso es lo primario”, expuso.

Y sobre la misma, agregó: “Es lo que uno ve de una persona y te gustó físicamente, te das un beso y sientes esa energía maravillosa”.

Eso sí, Pancha no se detuvo ahí y aseguró que “tiene que ver con lo físico, pero también puede incluir otros factores, ponte tú la voz, la inteligencia o lo que habla. Una vez satisfecho el deseo sexual, la atracción se termina después de 3 ó 4 años, aunque todavía a mí me dura porque soy tántrica”.

Además, la intérprete se sinceró y contó que “yo sé hacer vibrar mi cuerpo y sé hacer que el otro cuerpo vibre, porque para todo hay una técnica en la vida. Lo he practicado con mis parejas, ya estoy una maestra a los 51 años”.

La tajante opinión de Pancha Merino

Tras cartón, Viñuela intervino y le hizo una pregunta al hueso: “¿Nunca has tenido una pareja que te haga clases a ti?”. Sin embargo, su inquietud derivó en una demoledora respuesta.

“No, es que el hombre chileno es tan fome en la cama”, criticó sin filtro. “Yo gracias a Dios me llegó un italiano”, agregó en alusión a su pareja, Andrea Marocchino.

“Son fomes, y después se quejan de que uno diga ‘bueno, ya’. No hay otra, si uno le hace el favor prácticamente”, se quejó en medio del asombro de Argandoña y del propio José Miguel.

Por último, para matizar en algo sus dichos, sostuvo que entre los chilenos “hay excepciones, pero contadas con los dedos de una mano”.

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