Anoche, el programa conducido por Pancho Saavedra emitió un nuevo capítulo con la emotiva historia de Bárbara y Raúl.
Durante la noche de este domingo, se emitió un nuevo capítulo de Contra Viento y Marea. En esta ocasión, el programa conducido por Pancho Saavedra mostró la dura historia de Bárbara y Raúl.
La joven pareja tenía un complicado problema con el padre de la novia, Víctor, quien hace un tiempo les quitó 800 mil pesos a ambos, los cuales tenían destinados para el casamiento y la casa propia.
El hecho habría ocurrido cuando el padre de Bárbara se acercó a su hija para pedirle plata prestada para pagar su pensión de otros cinco hijos. Sin embargo, éste nunca se lo regresó.
Cabe destacar que Víctor también sufre de alcoholismo y no se ha tratado, cuestión que lo alejó de ella estos últimos seis meses.
Se reunieron en Contra viento y marea
Durante todo este tiempo, Raúl y Bárbara no pospusieron sus ganas de casarse. Por lo mismo, se acercaron al programa para que los ayudaran a resolver las diferencias con el padre de la novia.
De hecho al juntarse los novios con Víctor, su hija lo encaró: "nosotros estamos molestos porque esa plata la íbamos a ocupar para nuestros proyectos, y nos quedamos sin nada. Igual nosotros nos vamos a casar. Te estaba buscando, porque si me caso, ¿cómo no vas a estar?", le dijo. Sin embargo, él respondió que no iría a la boda.
Al ver que el padre de Bárbara no entreba en razón, Pancho se bajó de la camioneta para hablar con él. Primero intentó hacerlo entender, pero luego se indignó: "Hace seis meses se alejó de su vida, ellos tenían 800 mil pesos para su matrimonio y su casa propia, ¿por qué no le dio la cara a su hija? ¡su hija quería verlo! Asuma algo, todo parte por asumir".
Tras esto, Pancho le dijo a Víctor: "¿Le puedo decir algo? ¿Le gustaría pedirle perdón a su hija? ¿Partamos por eso? (…) Haga un acto de humildad y mire a su hija".
Ahí, el padre indicó que su hija sabía que él era orgulloso, pero tras eso no se aguantó y abrazó a Bárbara: "Perdóname, lo siento, te amo".
Finalmente, Víctor cedió de su orgullo e indicó que asistiría a la boda. Sin embargo, no se refirió a una posible rehabilitación, la que su mismo yerno le estaba ofreciendo.
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