Deportista compartió algunos detalles sobre el vínculo amoroso que tiene con la comunicadora.
Luego de cuatro años de relación, Pangal Andrade y Melina Noto se convirtieron en una de las parejas más consolidares del mundo del espectáculo por estos días.
Por lo mismo, varios fans en las redes sociales se preguntan si ya empezarán a dar algunos pasos en la relación.
Y eso es lo que ocurrirá inminentemente, pues en octubre el deportista y la comunicadora planean irse a vivir juntos, cuestión que ambos habían adelantado en diversas entrevistas.
Incluso, habían dicho que para que eso pasara, Pangal debía construirle un clóset amplio a su polola para que esta pudiera guardar sus pertenencias.
Eso último, a pesar de que si bien no es oficial, Melina hace rato que pasa más tiempo en la casa de Andrade en el Cajón del Maipo que en su propio hogar.
“Ella casi vive en el Cajón, pero ahora va a dar el paso de que se irá a vivir allá, se va a llevar sus cositas, y se va a ir con todo para allá. Yo vivo con mi perrito, con el Bagual, y ahora llega la doña de la casa, la Meli, ahí a poner reglas. Va a ser entretenido, va a ser una etapa entretenida”, adelantó el finalista de Ganar o servir en diálogo con Meganoticias.cl.
Además, reveló que debió realizar algunas intervenciones al inmueble para adaptarlo de cara a esta nueva aventura sentimental.
“Mi casa está hecha para uno. Tiene una pieza, que es la mía. Ahí tiene un living gigante. Bueno, abajo, tiene la pieza de invitados con su baño y ahora lo que hice, fue que agrandé la pieza mía hacia afuera, que quedó espectacular, toda una pieza nueva, y mi pieza la deje como walk-in closet para la familia”, relató.
Por último, Pangal también fue consultado si tienen pensando casarse en algún momento. Y si bien no lo descartó, reveló una “condición” que se debe darse previamente.
“Lo primero es que vivamos juntos, primero, tenemos que vivir juntos, tenemos que ver si nos aguantamos, porque vamos a estar 24/7, va a llegar todos los días, va a viajar y vamos a ver si funciona”, reflexionó.
Eso sí, nada de eso debiera ser un problema, pues ambos pasaron harto tiempo juntos, e incluso durante la pandemia estuvieron conviviendo durante varios meses en la casa del kayakista.
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