En entrevista exclusiva con el diario pop, Marcelo revela los próximos pasos de Cachureos. A 40 años de su estreno, el “cabezón” cuenta también algunas historias sobre las canciones del programa.
Marcelo Hernández perdió su apellido. Desde 1983 y hasta la eternidad será presentado con otro. Marcelo de Cachureos. A 40 años del estreno del programa en Televisión Nacional de Chile, la marca y el imaginario del show infantil siguen presentes, aunque hace rato que no estén permanentemente en la pantalla chica. Pero eso, en realidad, ya no importa.
Además de ser transmitido ininterrumpidamente por 19 años cada mañana de domingo, su legado traspasó la tele. Más de trescientas canciones grabadas a lo largo de su historia le dieron su paso a la inmortalidad infantil.
“No hay jardín infantil o colegio en Chile en que no suenen todavía las canciones de Cachureos”, dice Marcelo a La Cuarta, en una entrevista que no se trata solo de nostalgia por un pasado glorioso.
Tras un encuentro con el productor Hugo Manzi (Natalino), el otrora baladista empezó a dar forma a un viejo anhelo: hacer un disco de “duetos” con parte de las decenas de éxitos que acumuló el espacio.
“Hace como 5 años que tenía la idea de hacer eso”, dice el animador, “y grande ha sido nuestra satisfacción y sorpresa al ver que muchos artistas quieren estar”.
Manzi, quien tiene su estudio en las instalaciones del Stadio Italiano, explica cómo fue el proceso.
“Fui a ver un show de Cachureos y, como tengo siempre mi cabeza de productor, me acerqué a Marcelo y le dije que podríamos hacer algo distinto, una especie de renovación de las canciones”.
Pero no fue automático. Luego de un tiempo, el guitarrista recordó la idea y convocó al cantante a su guarida.
Hugo, ¿Cómo se empezó a dar forma a este proyecto?
- Nos juntamos y empezamos a cranear todo el disco, colocar nombres incluso de quienes nos gustaría tener. Es un homenaje especial al programa infantil más exitoso de la televisión chilena y con canciones que están en el inconsciente colectivo de tantas generaciones.
Finalmente, la idea llegó a puerto. Cachureos Feat. será el nombre del álbum que reunirá diez canciones clásicas del programa más el tema principal cantado, según adelantan, por cada uno de los artistas que participará en el disco.
Marcelo vislumbra con buenos ojos el proyecto e incluso cree que si el éxito los acompaña, podrían embarcarse en la grabación de un “volumen dos”.
“Hay tanto. Yo he grabado cientos de canciones con Cachureos, hacer diez más no hacen ningún problema. Así podemos darle la posibilidad a otros artistas. Muchos de ellos eran niños cuando estaba con el programa y ahora son artistas famosos”.
De aquel proyecto ya conocemos tres adelantos. El primero, una versión del “Zancudo draculon” con Sinergia, debutó con éxito en la última edición de Lollapalooza, un festival que ya ha tenido a Epidemia y compañía dentro de su cartelera, y que ha servido para revitalizar su propuesta.
La canción, compuesta por el compositor de Myriam Hernández Gogo Muñoz, debutó en 1998 en el programa, justo cuando Marcelo y sus personajes decidieron mudarse desde TVN hasta Canal 13.
La idea, confidencia el cantante, nació tras el éxito arrollador de La Mosca y su construcción fue una especie de “genialidad” de Muñoz.
“A Gogo yo lo llamaba y le decía ‘Quiero que me hagas una canción, una de un zancudo que ande picando a todo el mundo’. ‘¿Qué querés hacer otro bicho?’, me dijo, ‘Ya, te llamo a la tarde’. Y a la tarde tenía la canción lista. Me la cantó por teléfono y ya, listo. La grabamos. Y fue un éxito pero grande, grande”.
El método Marcelo
Pese a que Cachureos era un programa infantil, su música generalmente no lo era. O al menos no bajo los códigos calmados y pedagógicos que se evocan en la primera infancia.
“Canciones para adultos adaptadas para niños” convirtieron la carrera discográfica del show en todo un éxito.
“El método Marcelo” se puede explicar así: identificar una canción, que no necesariamente sea algo muy conocido, adaptar su letra al mundo de los personajes y regrabarla para que finalmente sea un hit.
Aunque el concepto al cantante le causa algo de gracia, nos confirma que es verdad.
¿Cómo se armaban los discos de Cachureos?
- Bueno, yo siempre busqué la música que estaba de moda y las mezclaba con algunas otras canciones infantiles muy famosas. Cuando viajaba a grabar fuera del país, me dejaba los últimos dos días para meterme en las disquerías. Entonces, llegaba con una maleta llena de discos y escuchaba muchas canciones. Iba sacando las que a mí me tincaban que podían pegar.
“Y así lo hice. Osea, nunca hicimos muchas canciones con las manitos, qué sé yo. Eran canciones de adulto”, dice.
¿Cómo te diste cuenta que eso funcionaba?
- Por ejemplo, “A mover el pollo” era famosa en Centroamérica. La agarré y dije: “Bueno, hagámosla para niños pero con los personajes”. Y así salieron las canciones. No hubo una disposición de querer ser diferente, no. Lo hice como yo pensé que podría gustar.
Y gustó. Si la leyenda cuenta que la semilla del programa germinó en su cabeza porque los niños de su familia cantaban “sin parar” los jingles de la publicidad ochentera y vio allí una oportunidad, las canciones vinieron bajo la misma lógica.
“Cuando los niños van a una fiesta, bailan las canciones que están de moda. Es raro ver a niños bailando canciones para niños. Bailan otro tipo de cosas, entonces por eso yo me fui por ese lado”.
La Mosca
Pese a nutrirse de otras canciones y éxitos, las letras en su mayoría eran llevadas al papel por Marcelo. Así fue el caso de “La Mosca”, quizás la canción más exitosa en la historia del programa y que se transformó en un superventas del año 1996.
Cuenta la leyenda que Marcelo, de paseo en un shopping de Argentina, entró a una tienda acompañando a su esposa. Esta escena cotidiana tuvo un vuelco inesperado: por los parlantes del local se escuchaba una canción cantada en portugués y con un ritmo cercano al techno.
Ahora sabemos que esa canción era una especie de remix de una antiquísima canción del rockero brasilero Raul Seixas llamada “Mosca na Sopa” y que su letra era más bien una alegoría a las “presencias opresivas” en la vida de las personas. Pero en ese momento Marcelo no lo sabía.
Hipnotizado por el buen ritmo y la presencia de una mosca, empezó a imaginarsela para el programa. Ofreció sin éxito cerca de 50 dólares al jefe del negocio por aquella cinta pero a cambio recibió el dato: “Esta es música de discoteca, vaya a buscarla a la disquería”.
Y así lo hizo. Tras escuchar la canción en un CD compilado en la tienda, se fue rumbo al hotel ideando la trama que todos conocemos.
“Después se la mandamos a la gente que veía los derechos editoriales y ya está, se grabó esa canción. La letra la inventé yo, pero no me pongo de autor en ninguna cosa, no corresponde”, explica.
Lejana a la idea de que Cachureos ocupaba la técnica del “plagio” para sus composiciones, lo cierto es que cada tema grabado pasaba por un proceso legal en que se les reconocía los derechos de autor en cada una de ellas y estos recibían sus regalías correspondientes. Así por ejemplo podemos observar en los discos que aparecen nombres icónicos como Adrián de Los Dados Negros con su “Tarjetita de Invitación”.
Marcelo, ¿Cómo fue eso de haber grabado una canción de Adrián?
- Estaba muy contento cuando la grabamos, muy contento. Incluso fue al programa a grabar, estaba feliz. Después mandó algunas canciones más, pero esa era única. Todos (los autores) felices. Si para ellos era una plataforma que veían miles de personas, Cachureos lo veían miles todos los domingos.
¿Alguna vez alguien les negó el permiso para grabar las canciones?
- No, todo eso lo hice a través de la SCD, en los discos que se grababan y todo está normal. Están todas grabadas, nunca hubo oposición ni problemas de nada. No tenía por qué haberlo tampoco.
Una historia con Carlitos Balá
Pese a esto, siempre hay una historia digna de contar. Como parte de cuarenta años de anécdotas, Marcelo nos sitúa en Mar de Plata, Argentina.
Allí, en un viaje que compartió con Horacio Saavedra -productor musical y responsable del sonido de casi todos los discos-, se encontraron en un restaurant a Carlitos Balá, icónico actor y compositor infantil que durante décadas acompañó a los niños argentinos en la televisión.
El trasandino estaba sentado con su aura habitual: con su peinado de flequillo y haciéndole bromas y gracias a los más chicos del lugar. Pero algó pasó cuando Marcelo fue a saludarlo.
“‘Vos sos, vos sos’, me dijo él, ‘me hacés pasar unas rabias’. ‘Y, ¿Por qué?’, le pregunto yo. ‘Porque me has grabado todas las canciones’”, rememora el diálogo Marcelo.
En resumen, era cierto. Durante los primeros años de programa, el animador trajo a Chile canciones como “Las vocales”, “El profesor distraído” y “Felicidad empieza con fe”, compuestas por el argentino.
Sigue: “‘He grabado algunas nomás, pero sus derechos de autor están ahí y a usted le conviene porque más gente conoce sus canciones’”.
Un ofuscado Balá le explica al, por ese entonces, rubio animador, que había tenido unos problemas con los derechos y que no había recibido ningún peso. Eran tiempos en donde la SCD aún no se conformaba como tal. “Te estoy hablando hace más de treinta años atrás”, acota Marcelo, “Entonces le dije ‘Pucha, lo siento mucho Carlitos’”.
El final de la historia tiene tintes de comedia. Como una forma de retribuir y aplacar la rabia del argentino, el cantante llamó al mozo y le dijo: “La cuenta de Carlitos me la pasa a mí”.
Cuando Balá estaba pronto a dejar el lugar y ya hecha la transacción, decide esperarlo para ver la escena. “Carlos, váyase nomás”, le dice el mozo. Como seguramente era habitual por su fama, agradeció aquella “atención de la casa” para su persona.
Ahí vino el balde de agua fría. “El caballero de la mesa de allá se la pagó”.
“Entonces ahí salgo y le digo ‘¡Chao Carlitos!’, me mira y me dice ‘Este hijo de…’ jajajaja”.
Cachureos feat.
El proyecto de “duetos” en tributo al programa sigue viento en popa. Al tema con Sinergia se suman “Congelado” a cargo de Tommy Rey y la recientemente estrenada “A mover el Pollo” en conjunto con José Alfredo Fuentes.
La versión de la Sonora incluso, fue solicitada para que formara parte del repertorio habitual de la banda. “Se crea ese vínculo emocional de cuando uno era niño, al mismo tiempo estar escuchando a tu artista”, explica el productor Manzi sobre lo que sucede con las canciones.
Próximamente, la idea es estrenar “Las Vocales” a cargo de Noche de Brujas, “Kikirí que le haga” por Natalino y una versión “fiel a su estilo” de “La Mosca” por Lucybell.
Marcelo y Manzi no descartan hacer algún lanzamiento cuando el disco esté finalizado, aunque también es un “proyecto en movimiento” pues mientras se lanzan las canciones de adelanto, se trabajan en las próximas.
“Nosotros hemos puesto nuestros éxitos a la disposición de los artistas”, resume Marcelo, “la idea es que ellos la hagan como les gustaría, con su sonido. Nosotros solamente ponemos la canción y algunas frases, pero es el alma del artista al que se le da más importancia”.
Actualmente Cachureos sigue con sus shows en vivo a lo largo de todo el país. El próximo sábado 3 de septiembre, por ejemplo, se presentarán en el Buin Zoo. Las entradas ya se encuentran a la venta en este link.
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