El conductor de tele habló de sus grandes amigos chilenos en tierras gringas y también le dedicó algunas palabras al cantante respecto a unos dichos en el programa Zona de Estrellas.
Hace unas semanas, en el programa Zona de estrellas, Raquel Argandoña y la periodista Cecilia Gutiérrez hicieron unas curiosas declaraciones sobre la vida social de Luis Jara en Miami, donde se fue a vivir hace ya varios meses.
“Dicen que los chilenos de allá no han sido buenos con él, no muy solidarios”, contó “La Raca” respecto a los famosillos instalados en esas tierras gringas.
“No se llevaron bien”, añadió la reportera de farándula. “No entró en esa cofradía, en ese juego. Ellos no lo encontraron tan simpático”. Allá viven figuras como Iván Zamorano, Felipe Viel, Rafael Araneda, Marcela Vacarezza, Douglas y Giancarlo Petaccia.
Tras esos dichos, el propio exconductor de Mucho Gusto (Mega) salió a desmentir la presunta mala relación: “Uno sabe cómo es la farándula”, declaró, “está bien, no pasa nada”.
Saltó Petaccia
Ahora, uno de los presuntos involucrados, Giancarlo Petaccia, también salió al paso de los rumores en el programa Conexión Miami.
“La verdad es que tenemos un grupo super bueno y somos los que vivimos acá”, partió diciendo y nombró a Rafa Araneda, Marcela Vacarezza, Iván Zamorano, María Alberó, Douglas y Ana Sol Romero. “Somos todos vecinos del mismo condominio”.
Luego, sobre el caso particular de Jara, explicó: “Para que la gente entienda, Lucho vive a una hora y quince minutos de acá”. Así que, dijo, “no excluimos a nadie; yo soy amigo de muchas personas que viven lejos y que no tengo la posibilidad de verlos porque de verdad que en el día a día no alcanzo.
En cambio, continuó, “con los amigos de acá nos vemos porque, claro, vivimos a cuatro casas”. De hecho, Luis había argumentado similares motivos.
Así que una presunta mala onda “no tiene nada que ver”, declaró. “Hemos estado con Lucho en cumpleaños y todo: no hay ninguna mala onda”.
“Los chilenos nos apoyamos y nos buscamos entre todos siempre”, remató. “No tiene nada que ver” y “no tengo tiempo para ese tipo de tonteras”.
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