La humorista rompió el silencio tras su paso por el Festival de Viña, y abordó las dificultades que ha atravesado en los últimos meses.
Hace poco más de un mes, Belén Mora tuvo una comentada participación en el Festival de Viña del Mar. Sin embargo el momento se vio empañado por las pifias del público de la Quinta Vergara.
Recientemente la humorista se sinceró en conversación con la revista Sábado de diario El Mercurio, donde además de hablar de su paso por el certámen, contó que ha tenido que hacer frente a momentos muy complejos debido a la salud de su hijo.
En diciembre de 2022, Belén presentó una rutina que llegó a la plataforma de streaming Amazon Prime Video. Si bien su presentación tuvo una buena acogida, esconde un delicado trasfondo, ya que parte del show lo escribió en momentos en que su retoño debía ser intervenido quirúrgicamente por una cardiopatía.
“Era una operación programada, pero se alargó su estadía en la UCI porque tuvo complicaciones. Entonces parte de la rutina presentada en Amazon yo la escribí en la UCI”, comentó Mora.
“Pensé: ‘esto hay que hacerlo’… quizás es una forma de pensar equivocada, pero en el mundo de la actuación hay muchas personas esperando, entonces si a una se le da una oportunidad como esta, la tiene que tomar. Y también para mí el trabajo es terapia: me terapea hacer reír”, agregó la comediante.
Su paso por Viña
“Mucha gente me preguntó si me había quedado hasta el final (de su rutina en Viña 2023) porque pensaba que lo iba a dar vuelta, pero no, me quedé porque quería ver de dónde venían las pifias, porque no las veía, solo las escuchaba”, aseguró Belén Mora.
Tras su paso por la Quinta Vergara, junto a su pareja e hijo, decidieron irse en una zona rural de la Región de O’Higgins para pensar en todo lo que pasó.
“Dedicamos un día, nos tiramos en el pasto como a las cuatro de la tarde, a la sombra de un árbol y dijimos: ‘ya, hablemos de todo, hablemos de la huevada’. Ahí descansé, decanté, lloré, analicé, profundicé, reflexioné, pensé en mi hijo. Venía con una acumulación de emociones contenidas tan grande, que Viña fue la gota que rebasó el vaso. Ahí bajó todo y empecé a llorar por cada cosa… boté, boté, boté, boté”, comentó Belén.