Parte del soul se fue con Aretha

El ícono de la música negra dijo adiós a los 76 años y tras casi una década peleando contra un cáncer al páncreas.

Aquella insolente garganta emprende camino a la eternidad. No sé si hubo un previo acuerdo con Elvis Presley. Ambos tomaron las maletas el mismo día, el 6 de agosto. Quizás, una manera de sellar el embalaje que los consagra como íconos de la música popular.

Detroit fue el escenario que cobijó los últimos suspiros de una leyenda artística que nos abandonó a los 76 años. El maldito cáncer de páncreas detectado en 2010 impidió seguir escuchando ese tono góspel que traspasó las fronteras de la iglesia para instalarse en la primera línea armónica del rock y el soul. Proveniente de una familia afroamericana e hija de un pastor cercano a Martin

Luther King, instaló el sermón religioso en el centro de sus métricas rítmicas. Y claro está, el góspel fue el instrumento vocal que la centró en el mundo de la música como un ángel inspirador, trayendo consigo un importante cúmulo de lecciones.

El maltrato físico infringido por su padre, respeto a la mujer junto a la autonomía de los derechos civiles, ofrecen cuenta de una artista que supo instalar sus proclamas en el contexto político y social.

Canciones como "Respect", "Natural Woman" o "Think o Say a Little Prayer" denotan el talento interpretativo de temáticas con olor a reivindicación femenina y orgullo racial. A inicios de los 60, Aretha se convertía en la leyenda que hoy escribe sus últimas páginas.

Sus 18 premios Grammy, unidos a los 10 millones de discos vendidos, jamás le significaron mayores ansias de promoción. Su publicitada fobia a los aviones, derivó en giras con menores fechas y acotadas escalas sujetas a intensas horas sobre la autopista.

No así la construcción de un ego tan gigante como su figura. Polémicas que incluyen a Barbra Streisand, Whitney Houston, Beyoncé o Tina Turner. Y claro está, no podían superar su popularidad ni menos atribuirse el rótulo de "Reina del Soul". Había una sola, ella lo sabía. Distinción que no estaba dispuesta a compartir.

Su última actuación se registró en noviembre del año pasado, bajo el marco del 25 aniversario de la fundación contra el Sida presidida por Elton John.

La voz que estremece los cimientos en Harlem, emprendió camino a la reunión con los grandes. Fueron décadas de éxitos, glorias y sinsabores que llegan a su fin. Su vida terrenal nos guía por la ruta hacia el polvo de la nostalgia que ilumina y emociona al escuchar su voz. Lindo viaje para la mejor. Aquella que cambió la forma de cantar.

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