El periodista contó detalles de la particular anécdota que vivió junto a su hermano cuando eran niños. “No nos dejaron hacer ninguna llamada”, aseguró el comunicador en La Divina Comida.
En el nuevo capítulo de La Divina Comida, el periodista Mauricio Jürgensen fue uno de los invitados al especial de restaurantes junto al comediante Luis Slimming, la cantante Vesta Lugg y la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas.
Durante la conversación, el comunicador recordó una particular anécdota que vivió junto a su hermano cuando tenía tan solo 12 años.
Todo ocurrió en el contexto del Festival de Viña del Mar, cuando él y su hermano terminaron siendo detenidos por Carabineros y pasaron una noche en el calabozo.
“Una vez en un Festival de Viña me pasó una cuestión bien fome en realidad”, partió contando el periodista.
“Como siempre, el Festival tenía esta cosa media como que a la galería era donde uno iba. Y tener una entrada de Palco para alguien como yo en ese momento, no era algo tan habitual”, recordó.
En esa misma línea, agregó: “Mi mamá se consiguió dos de Palco, pero para un día que para nosotros cabros chicos, yo tenía 12 y (mi hermano) 16 años, era fome”.
“Estaba larga la fila y de repente Ernesto me dice, porque no había nada entretenido para nosotros de ver, ‘¿y si vendemos las entradas y nos quedamos con la plata?’”, relató Jürgensen.
Sin embargo, el periodista explicó que “en esa cuestión, los tipos que sí están, que sabían, las mafias que venden las entradas, nos empezaron a rodear. Y empezaron ‘oye, ¿estás vendiendo entradas cabro chico?’ y llamaron a Carabineros”.
Fue ahí que un uniformado se acercó hasta el hermano del periodista y le preguntó a cuánto vendía las entradas, cuando el adolescente le respondió, se lo llevó detenido.
Pero el comunicador no quiso dejar solo a su hermano en ese momento, y se entregó para acompañarlo. “Le ponen las esposas delante mío y yo estaba ahí, yo tenía 12, yo me acuerdo que muy niño, le tomé el brazo a un carabinero y le dije ‘soy hermano de él, estoy vendiendo entradas’. Y nos fuimos”, recordó.
“La embarré, debí haberme ido a la casa para contarle a mis papás”, señaló.
Asimismo, recordó que junto a su hermano “pasamos la noche entera en un calabozo, no nos dejaron hacer ninguna llamada telefónica”.
“Mis papás fueron a la Morgue”, concluyó Jürgensen sobre la particular anécdota que vivió con su hermano.
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