La periodista, que despachaba desde el Aplicación, tuvo que separar a dos hombres que opinaban sobre su trabajo. "Es una momia", le dijo uno.
Las coberturas de este tipo suelen dar para todo: chascarros, bromas, todo lo que conlleva el lado B de las elecciones… pero también polémicas y momentos incómodos.
Y precisamente un momento incómodo es el que vivió la periodista Paula de Allende-Salazar mientras despachaba desde el Liceo de Aplicación, en el centro de Santiago.
Cuando entregaba los pormenores de la jornada electoral en el emblemático establecimiento, la periodista se encontró con una denuncia de robo. Incluso se hablaba de un detenido...
Luego, algunos votantes se le acercaron mientras De Allende-Salazar recorría el lugar. Fue entonces cuando se produjo un tenso intercambio:
"No me diga eso", se pudo escuchar a la periodista, que aparentemente no sabía que estaba saliendo al aire, mientras Rodrigo Sepúlveda desde el estudio le daba el pase.
Y enseguida, las palabras de dos sujetos: uno que le decía que "es una excelente periodista". El otro, sin embargo, disparó: "Es una momia".
"No peleen, no peleen, no peleen", volvió a escucharse a De Allende-Salazar, quien aún no escuchaba al "Sepu".
"Como yo no oigo nada, yo hablo y hablo, y no sé si en algún minuto me sacan", se quejó después la periodista.
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