"Uno no tiene que preocuparse por si él te recuerda a ti. Es cómo tú lo recuerdas, cómo tú haces el recuerdo", sostuvo la actriz en una entrevista.
Hacia fines de 2014 Paulina Urrutia notó que su esposo, Augusto Góngora, olvidaba algunas cosas. Por ejemplo, un día él llegó después de hacer clases en la Universidad Finis Terrae con un topón en el auto y no supo explicar cómo se había ocasionado.
En otra ocasión, olvidó dónde estacionó su auto. Pero lo que la alertó, confesó Urrutia luego en una entrevista concedida a Revista Sábado, es cuando Góngora no sabía cuál de sus amigos estaba de cumpleaños… mientras estaba precisamente cantándole cumpleaños feliz.
El diagnóstico fue de trastorno cognitivo leve de tipo amnésico. Alzheimer. Una enfermedad que indudablemente fue deteriorando a Góngora y cambiando la relación que ambos tenían.
Han pasado siete años y Urrutia se ha sincerado respecto a la vida que lleva con su esposo desde entonces. Lo hizo en la citada entrevista y también en junio de este año, en Mucho Gusto, cuando fue invitada para conversar sobre la noticia de que la Administración de Medicamentos y Alimentos, en Estados Unidos, aprobó un nuevo medicamento para combatir la enfermedad.
Ese día, la actriz subrayó que "yo siento que aún me ama. Imagínense todas las preocupaciones que hay en el día para ayudarlo, a acompañarlo, pero yo soy la mujer más feliz cuando llega la noche y yo puedo acostarme junto al Augusto".
La salud actual de Góngora
A horas de que se conmemore un nuevo Día Mundial del Alzheimer, Paulina Urrutia fue invitada al programa Aquí somos todos de Canal 13, donde conversó con Angélica Castro.
Ahí, reveló que aún hay pasajes en los que Góngora la "encuentra": "Son justamente esos momentos cuando me toma la mano, me dice 'ayúdame', 'te quiero' (…); esos son los momentos en los que uno vive. Los que uno queda (asombrada)".
Luego, tras ser consultada por el momento en que más extraña a Augusto, ella contestó que las noches, ya que "es el momento en que soy su mujer. Dormimos juntos. Tocarlo, olerlo. Es mi marido. Es mi hombre. Es el momento más pleno".
También, durante la conversación, reveló un momento muy duro, cuando fue a un restaurante al que solía ir con Góngora.
"Me atreví. Como era temprano, una mesa sola (…); entré y ese momento, para mí, fue brutal. Sentir que no estaba con él. Pero como soy actriz y como las mesas estaban muy lejos unas de otras, me puse a conversar con él", explicó.
Y añadió: "Estuve toda la noche conversando con el Augusto y me di cuenta que en el fondo es un proceso de duelo muy largo, pero donde la persona nunca deja de ser un ser humano".
Finalmente, Urrutia confesó que "no lo trato como enfermito ni como viejito. Lo trato como mi marido con las dificultades que tiene".
"En la noche le hablo al oído y le cuento todas las cosas que hicimos en el día (…) él escucha y dice 'bueno, bueno' o dice 'lindo'", agregó.
Para cerrar, la destacada actriz nacional dejó una sentida reflexión: "Uno no tiene que preocuparse por si él te recuerda a ti. Es cómo tú lo recuerdas, cómo tú haces el recuerdo. Y yo no recuerdo al Augusto de antes, recuerdo al del día. Lo que hizo en el día. Lo que hizo por mí en una tarde. Lo que me ayudó y no me ayudó".