El periodista fue operador del corazón el pasado 20 de junio. Hoy se recupera satisfactoriamente.
Un gran susto pasó el periodista Pedro Carcuro (79), quien hace algunas semanas debió someterse a una operación para reemplazar la válvula aórtica. Desde el sábado pasado se encuentra en su casa, dado de alta, donde descansa para poder recuperarse y volver a su vida normal.
“Gracias a Dios, me siento muy bien”, aseguró en una conversación con Las Últimas Noticias.
Según cuenta, la recuperación “ha sido fantástica”, no ha tenido mayores problemas y pretende pronto comenzar a hacer teletrabajo para radio Agricultura y espera regresar a TVN en poco tiempo, aunque siempre con la calma que le recomendaron los médicos.
“La situación se fue complicando”
La cirugía no fue una sorpresa. De hecho, el animador recordó que hace 11 años, en una operación a corazón abierto, ya le habían reemplazado esta válvula, la que suele durar entre 10 a 15 años.
En su caso, fue la retención de líquidos lo que alertó que algo estaba fallando nuevamente. Tenía las piernas y los pies hinchados de forma extrema, tanto que ni siquiera podía ponerse los zapatos.
También había líquido en sus pulmones, tenía problemas para respirar y le faltaba el aire. “La situación se fue complicando y, evidentemente, el corazón estaba comprometido”, explicó el periodista.
Los médicos pronto concluyeron que la operación era la mejor opción, aunque optaron por una alternativa a la cirugía a corazón abierto que ya le habían realizado antes. “Ahora sobreponen una válvula a la antigua. No sacan la vieja y ponen una nueva encima, en una operación bastante menos invasiva con un procedimiento por la ingle”, añadió.
Para su suerte la cirugía salió bien. Ayudó también que el comunicador no viera con miedo la operación, sino que con respeto. “En la noche anterior dormí y en general estaba tranquilo, aunque sin sentirme canchero, en el sentido de decir que esto era un partido de baby”, relató.
“No le tengo miedo a la muerte”
Todo lo vivido por el periodista le ha permitido reflexionar sobre la vida y la muerte. “Si uno dice que no tiene miedo a la muerte, puede parecer excesivamente canchero, pero le juro por mis hijos que no le tengo miedo a la muerte. Soy bien miedoso para muchas cosas, pero a la muerte no le tengo miedo”, afirmó.
“No soy Superman que no le tiene miedo a nada. Le tengo miedo a muchas cosas, pero en este caso, a la muerte la miro con respeto sabiendo que es algo ineludible y que algún día tiene que llegar. No hay otra opción”, cerró.